Charlamos con ellas justo después de la final de MahouLab 2025, en un momento en el que la emoción aún se mezcla con la adrenalina del reto superado. ¿Qué aprendieron? ¿Qué piden al marketing actual? ¿Qué quieren cambiar? Cinco preguntas para conocer no solo su proyecto, sino su visión del futuro.
Una presentación que resume seis meses en siete minutos. ¿Cuál fue el mayor reto de ese proceso tan exigente y qué os ayudó a superarlo como equipo?
Andrea Bernal: Para nosotras, conectar con el reto del brief fue relativamente sencillo porque formamos parte del público objetivo de la campaña. Sin embargo, el verdadero desafío estuvo en encontrar un modo de transmitir la idea de forma entretenida, clara, directa y, sobre todo, memorable.
Destacar entre más de 20 propuestas no es tarea fácil. Pero creemos que lo conseguimos gracias a nuestro consumo constante de contenido publicitario y creativo, que nos inspira cada día. Eso nos permite identificar las ideas que nos atrapan y transformarlas para crear algo igual de impactante, pero con nuestro propio sello: original, relevante y diferente.
Mahou os pedía algo más que una campaña: quería conectar con vuestra generación. ¿Qué creéis que las marcas aún no entienden del todo sobre la Gen Z?
Ana Capalvo: Creemos que algunas marcas, al intentar adaptarse y aplicar el lenguaje específico que usa la Generación Z, en ocasiones tienden a utilizar expresiones que, aunque las usamos, se encuentran en algunos contextos con un significado diferente al que nosotros les damos.
Para conectar de verdad con nosotros, las marcas deben observar, escuchar y entender antes de comunicar. Esta fue la razón por la cual nosotras elegimos como concepto creativo una palabra clave e icónica entre la Generación Z. Nuestro objetivo era profundizar en el concepto y lograr que la marca lo entendiese y viese como nosotros lo utilizaríamos, para que la campaña pudiese ser verdaderamente efectiva entre los jóvenes.
¿Cómo planteasteis el equilibrio entre estrategia, creatividad y exposición en FOMO, sabiendo que cada una pesaba un 40 %-40 %-20 %? ¿Tuvisteis que sacrificar algo en ese camino?
A.B.: Tratamos todas las partes del proyecto con la misma importancia. Creemos que, en un trabajo como este, las tres áreas deben mantenerse en equilibrio para que la propuesta sea realmente efectiva y pueda llevarse a cabo en la vida real. Por eso, en nuestro caso, no sacrificamos ni restamos valor a ninguno de los criterios de evaluación.
Además, como ya hemos mencionado, una vez diseñada la campaña, dimos especial prioridad a la parte expositiva. Sabíamos que era el momento clave para convencer, ya que en tan solo unos minutos debíamos transmitir la fuerza de nuestra idea. Las horas y meses de trabajo no son visibles de forma inmediata, y es precisamente en esa breve exposición donde se puede demostrar todo lo que hay detrás. También es una oportunidad más para mostrar creatividad, algo esencial, especialmente en un concurso como este, donde la creatividad es el eje central.
Este certamen ha sido una experiencia cercana al mundo profesional. ¿Qué os lleváis para el futuro laboral tras haber trabajado con una marca como Mahou y con mentores del sector?
A.C.: Lo que nos llevamos principalmente es la visibilidad que un concurso como este nos da a los jóvenes. La oportunidad de conectar directamente con el mundo real de la empresa no solo nos motiva para seguir creciendo y trabajando, sino que nos abre los ojos frente a la realidad de trabajar con marcas.
Además, conocer a profesionales del sector a nivel nacional y exponer para ellos nos ha permitido aprender de su experiencia y establecer vínculos que pueden ser clave para nuestro futuro profesional. Es una experiencia que va más allá de la universidad y nos acerca de verdad al mundo laboral creativo, al que es complicado entrar con nuestra edad si no fuese gracias a oportunidades como esta.
¿Qué tipo de marcas o proyectos os gustaría liderar algún día? ¿Qué os mueve como futuras profesionales del marketing?
A.C.: Soy una gran admiradora de agencias como Ogilvy, Sra. Rushmore y McCann. En un futuro, me apasionaría liderar una agencia creativa donde las ideas y trabajos con marcas diversas sean inagotables. Para mí, poder trabajar en creatividad, sobre todo como directora de arte, implica aportar ideas que impacten, emocionen y que se recuerden. Porque al final, eso es lo que más me mueve: crear propuestas que marquen la diferencia.
A.B.: Me motivan los proyectos que apuestan por la creatividad, la innovación y por nuevas formas de conectar con el público. Me encantaría trabajar con marcas que no tengan miedo de arriesgar y que entiendan la publicidad como una herramienta para inspirar, emocionar y generar impacto real. Aspiro a construir propuestas con propósito, que no solo vendan, sino que dejen huella.
