Tras la pandemia mundial, el sector de lujo comienza a notar mejoría en los niveles de consumo y se interesa por los milennials. Por ello, impulsa la recuperación a través de la moda de segunda mano y se centra en los nuevos modelos ‘second-hand’ y en el alquiler de prendas o accesorios.
En el ámbito del crecimiento, el sector lujo llegó a un 35% de las ventas en 2021 y sigue creciendo con el objetivo de conseguir que la Generación Z se interese por buscar y comprar piezas únicas y de colección limitada y se adentren en este mercado. En base a esto, es fundamental mejorar la digitalización y la búsqueda de accesorios como bolsos en comercios digitales.
Así, se prevé que en España el lujo crezca hasta un 9% al año, siguiendo con el apogeo experimentado hasta la fecha y viendo que en 2022 provocó una facturación de 17.000 millones de euros. Así, crece un tipo de consumidor mucho más diversificado (siendo tanto local como global, donde el turismo tiene una gran relevancia) y sensibilizado con problemas como el cambio climático. En este contexto, las tiendas físicas se verán afectadas y se transformarán en puntos donde las marcas aporten experiencias, al contar con personas acostumbradas a la era digital y a la venta por Internet.
Sumado a esto y según Kantar Media, también afecta el hecho de que los españoles se implican responsablemente en el desafío sostenible. Este cambio implica que se modifica la manera de adquirir bienes, con un 60% de ellos afirmando que se plantea priorizar el de los elementos de segunda mano en su armario. Así, boutiques de lujo como Loué se posicionan como grandes opciones de lujo accesible y sostenible.
Desde la firma, aseguran que las tiendas de segunda mano contribuyen significativamente a reducir el impacto ambiental de la industria de la moda. “Al reducir la demanda de nuevos productos y el impacto ambiental que conlleva su producción. Promovemos un consumo consciente y responsable, que creemos puede coexistir con el lujo”, afirman desde Loué.
Todo esto, genera un impacto positivo en el medio ambiente, ya que se reduce el consumo y producción de unos artículos tan caros como son los bolsos de lujo. La producción de moda es responsable de aproximadamente el 10% de las emisiones globales de carbono. “Las tiendas de segunda mano contribuyen significativamente a reducir el impacto ambiental de la industria de la moda al reducir la demanda de nuevos productos y el impacto ambiental que conlleva su producción. Desde Loué promovemos un consumo consciente y responsable. Creemos que el lujo y la sostenibilidad pueden coexistir”, afirman.
Añadido a esto, la marca de lujo expresa que el alquiler es una opción igual de viable y que en otros países está mucho más extendida. “Es la opción más coherente con nuestros valores. Por otro lado, el alquiler cubre una necesidad hasta ahora no disponible, como es adquirir un artículo de lujo por unos días para un evento, un rodaje o una ocasión especial. Es un modelo poco explotado en España que, sin embargo, está bastante instaurado en Inglaterra o Francia”.
Gracias a este cambio, boutiques especializadas en la venta de segunda mano como Loué, han ganado más adeptos, dado que han facilitado el acceso y dado la posibilidad de consumir artículos de lujo de forma sostenible, consolidando esta tendencia como una alternativa viable y deseable frente a la adquisición de productos nuevos.