La remodelación y ampliación del Santiago Bernabéu, además de suponer el proyecto arquitectónico más importante de Madrid en los próximo años, significará, además, un cambio en su denominación.
La mayor parte del coste de las obras, unos 400 millones de euros, será financiada por una empresa patrocinadora cuya marca se convertirá en el segundo apellido del estadio del Real Madrid.
La práctica de añadir el nombre de marcas a los estadios deportivos es muy frecuente, especialmente en Estados Unidos, donde equipos como los Atlanta Hawks o los Denver Nuggets juegan en el Philips Arena y en el Pepsi Center, respectivamente. En Europa existen el Allianz Arena, el estadio del Bayer de Munich o el Emirates Stadium, del Arsenal.
Para sufragar su proyecto de remodelación, el Real Madrid también estudia emitir bonos.