Parece que no le falta el buen humor ante la prensa, incluso en situaciones complicadas y cambiantes como está atravesando el sector. Fernando Ocaña ha demostrado ser capaz de adaptarse y reinventar Tapsa varias veces, superando cambios de equipos, de clientes, de socios y hasta de grupos internacionales. Habla rápido y seguro, como si estuviera bromeando y divertido constantemente, aunque trate temas de absoluta seriedad. Un estilo que también se refleja en sus libros, que mezclan el contenido didáctico y de opinión con numerosas anécdotas y bromas. Si le preocupa mucho o poco la situación del mercado, es, desde luego, capaz de disimularlo perfectamente.
IPMARK. ¿Es realmente la publicidad algo sencillo y son los publicitarios los que la hacen complicada?
Fernando Ocaña. No es nada sencilla, sino bastante complicada. Sobre todo la buena publicidad. Y la publicidad que funciona, más todavía. La publicidad contada con sencillez es un libro de encargo para una colección de la editorial Maeva, que trata de explicar de forma sencilla distintos temas. Y mi objetivo es colaborar en lo que pueda a divulgar la publicidad.
IP. ¿A quién se dirige el libro: estudiantes, anunciantes, curiosos de la publicidad o profesionales?
F.O. Trata de explicar lo que es la publicidad para personas que les guste, pero que no la conozcan, intentando que se diviertan. No es para profesionales ni especialistas, sino para estudiantes, gente que le atrae la publicidad y le apetece saber algo. Toca todos los temas, pero no en profundidad, sino para divulgar sus aspectos básicos. Espero que ayude a que más gente nos conozca y nos quiera.
IP. ¿Dedica mucho tiempo a escribir?
F.O. Me resulta difícil. He escrito un libro cada dos años, más o menos. Voy tonteando durante el año, anotando cosas, escribiendo un capítulo de un tirón, y luego lo muevo, lo mareo y en verano le dedico más tiempo. Lo otros libros eran más de opinión, más personales. Ahora quiero hacer uno de ese estilo, sobre el negocio y la magia.
IP. ¿El negocio y la magia?
F.O. Sí. La publicidad es puro negocio, porque depende del dinero, pero, si no hay magia, no es posible hacer buena publicidad. Debes tener magia para aglutinar buenos equipos alrededor de ti, para crear y desarrollar ideas