En la estación de metro Xàtiva, cuya afluencia diaria de desplazamientos alcanza la cifra de 50.000, se ha buscado trasladar el túnel del Oceanogràfic para que así los viandantes puedan sentir que el acuario es parte de la ciudad. Para ello se han instalado unas láminas viniladas arqueadas y un sistema de sonido ambiental que recrea las profundidades marinas. A media que los viajeros se acercan a las escaleras de salida, el sonido recrea el efecto de emerger a la superficie. En ellas se puede ver una beluga en tamaño gigante.
La parte exterior está vinilada con la relación de actividades que se pueden realizar en el Oceanogràfic: entrenar por un día, dormir con tiburones, visitar las zonas técnicas, etc.