Aquellos que nos dedicamos a la publicidad y el marketing sabemos que toda estrategia de comunicación tiene que girar entorno a las necesidades de nuestros clientes reales y potenciales.
Hoy en día recibimos un elevado nivel de impactos publicitarios y la tendencia natural es protegernos de éstos. A fin de superar este hándicap y conseguir una interacción óptima con nuestros usuarios, debemos despertarles el interés ofreciéndoles soluciones a aquello que buscan. Es importante alimentar esta relación marca-cliente ofreciéndole aprendizaje, felicidad y la gratitud de saber que han mejorado y solucionado una dificultad. Además, tras una buena experiencia con una marca, el usuario tiende a compartir buenas referencias con sus contactos. Otro punto a favor para hacer este gran trabajo.
Sin embargo, cuando decimos que el nuevo marketing se escribe con ‘P’ de personas no sólo nos estamos refiriendo a nuestros clientes. Al otro lado de la balanza tenemos a las personas que forman parte de la empresa. Las compañías cada vez tenderán más a la transparencia y es fundamental que cada uno de miembros de este equipo viva y transmita los mismos valores que tiene su entidad.
Todos recordamos algún escándalo donde empleados de una cadena de comida rápida subían videos manipulando de forma incorrecta los alimentos. Seguramente si hubiera habido un proceso de selección alineado con los valores de la compañía esto no hubiera ocurrido.
Finalmente, las personas más importantes para realizar las acciones de marketing de la empresa son justamente las del departamento interno de ésta. Seleccionemos y preparemos a los mejores profesionales, tendrán las capacidades necesarias, entenderán la nueva realidad y sabrán ponerse en el lugar del cliente. Porque la éxito del nuevo marketing depende en gran medida de las personas.