Según Juan Astorqui, presidente de Autocontrol, “estas cifras reflejan la baja conflictividad existente en la publicidad española, pues 191 campañas reclamadas en relación a las decenas de miles de anuncios emitidos al año representa un porcentaje de conflictividad muy bajo, lo que demuestra la gran salud ética de la que goza la industria publicitaria en nuestro país”.
Por otra parte y a pesar de que el número de anuncios reclamados no varió, las reclamaciones recibidas sobre esos mismos se multiplicaron por 10 (1.918 reclamaciones). Este aumento es achacable, según los responsables de Autocontrol, a la campaña de publicidad lanzada por el organismo el año pasado, que ha favorecido un mayor conocimiento por parte de los consumidores sobre su existencia y, en consecuencia, un mayor uso del mismo.
De los 191 casos tramitados, en un 29,3% de los casos la reclamación fue aceptada por el reclamado o resuelta por mediación, sin intervención del Jurado de Autocontrol. Así mismo, de los 113 casos resueltos por el Jurado, un 59,3% fueron estimados, un 15% estimados parcialmente y un 25,7% desestimados.
Los principales motivos de las reclamaciones resueltas fueron: publicidad engañosa, incumplimiento de códigos deontológicos sectoriales, infracción del principio de legalidad, publicidad desleal, protección de niños y adolescentes, abuso de la buena fe del consumidor, publicidad discriminatoria, incitación a la violencia, a comportamientos antisociales y respeto al buen gusto.
Respecto al origen, el 66% fueron reclamaciones interpuestas por consumidores o asociaciones de consumidores; el 26% por empresas o asociaciones empresariales, y un 7% a instancia de organismos de la administración. El 1% restante fueron reclamaciones transfronterizas tramitadas a través del Cross-border Complains de EASA, el organismo europeo de autorregulación.
El mayor número de reclamaciones se refirieron al medio televisivo, seguido de la prensa, Internet, marketing directo y folletos publicitarios.