El metaverso de la RV supone que querremos abandonar nuestro entorno físico para sumergirnos en una realidad totalmente digital. Aunque viajemos a mundos virtuales lejanos, nuestra presencia en el universo físico se limita a una única ubicación, normalmente en interiores y atada a una conexión WiFi o por cable.
Nokia cree en el metaverso que no se limita a construcciones virtuales, aquel que fusione realmente nuestras realidades digitales y físicas, en lugar de sustituir una por otra. Este metaverso llevará experiencias de Realidad Extendida (XR) a un mundo fuera de nuestros hogares y oficinas. Se considera que adoptará la movilidad y admitirá un número casi ilimitado de usuarios. Y se adaptará por igual a los ámbitos del consumidor, la empresa y la industria. Este metaverso, o estos metaversos, se construirán sobre gemelos digitales muy detallados del mundo físico y humano. Cada usuario podrá elegir si le interesa interactuar con estos gemelos digitales, viendo sus acciones físicas reflejadas en el mundo digital y sus acciones virtuales reflejadas en el mundo físico. El metaverso nos permitiría aumentar nuestro ser humano, ampliando nuestros sentidos y potenciando nuestras capacidades físicas.
En lugar de jugar al FIFA VR desde el sofá, se podría crear un partido de fútbol XR desde cualquier lugar que se elija. Con solo un balón y un grupo de amigos en un campo vacío, gracias a las gafas XR se podría ver cómo se materializan las líneas de banda y los postes de un campo reglamentario. Los colores de los equipos se superpondrían a la ropa habitual de cada jugador para que los equipos pudieran distinguirse. Un árbitro de Inteligencia Artificial, representado como un avatar en 3D, pitará las faltas, juzgará los fueras de juego y llevará el marcador. ¿Y si faltara un jugador para formar un equipo de 11 jugadores? Pues la aplicación XR podría generar el compañero de equipo extra. Un avatar de portero puede no ser capaz de tocar físicamente el balón, pero la superposición virtual de la acción mostraría un tiro a puerta inoportuno aterrizando en las manos del portero.
«Es en las industrias verticales donde vemos el mayor potencial del metaverso»
Los casos de uso del metaverso para el consumidor son ciertamente convincentes, pero es en las industrias verticales donde vemos el mayor potencial del metaverso. Por ejemplo, el metaverso industrial liberará a los urbanistas de la sala de diseño. Recorriendo las calles con las gafas XR, un urbanista podría identificar las intersecciones problemáticas en el mundo físico y rediseñarlas al instante en el mundo virtual. Viendo la intersección a través de estas gafas XR, vería inmediatamente cómo repercutiría en el tráfico el traslado de una parada de autobús o la incorporación de un semáforo. Estas decisiones no se tomarían de forma aislada. Las propuestas de cambios individuales se agregarían y cargarían en un gemelo digital de toda la ciudad, lo que permitiría a la planificación central ver el impacto colectivo de miles de pequeños proyectos en los patrones de transporte de toda el área metropolitana. Una vez autorizadas las obras, los equipos de construcción volverían al gemelo digital, utilizando la RX para guiarles en la colocación exacta de semáforos y pasos de peatones.
El poder de la red
Para lograr este concepto más amplio del metaverso necesitaremos un conjunto de innovaciones. Tendremos que servirnos de dispositivos nuevos y asequibles de pequeño tamaño. También requeriremos de potentes capacidades de computación, sistemas de software altamente distribuidos, sofisticadas herramientas de creación de contenidos y nuevos servicios innovadores que puedan aprovechar todo el potencial del metaverso. Necesitaremos tecnologías que no solo puedan percibir y entender el mundo físico, sino que comprendan cómo los seres humanos interactúan con sus realidades digitales y físicas.
Nokia está investigando varias líneas de estas tecnologías, pero una de las piezas clave es un área con la que Nokia ya está familiarizado. Construir el metaverso más grande requiere conectividad. Se necesitan redes robustas, flexibles y extremadamente potentes. También avances significativos en latencia, ancho de banda y velocidad. Ya hemos sentado las bases de la conectividad con el 5G. No obstante, para alcanzar todo el potencial del metaverso, es necesario recorrer un camino en lo referente a las redes durante los próximos 10 años.
En la actualidad, 5G sirve de potente preámbulo para el metaverso, ya que admite muchos casos iniciales de uso de la RA industrial con auriculares especializados y aplicaciones de RA de consumo a través de smartphones. Pero cuando los primeros despliegues de 5G-Advanced comiencen en 2025, el alcance del metaverso aumentará drásticamente. Con el 5G-Advanced empezaremos a disfrutar del XR. Las nuevas capacidades de procesamiento en el borde de la red descargarán algunas funcionalidades del dispositivo a la red, lo que a su vez permitirá que las gafas XR sean de tamaño reducido, convirtiéndose en una solución más práctica. Esto desvinculará el metaverso de los entornos interiores. Un mayor ancho de banda en el enlace ascendente y una mejor latencia se traducirán en superposiciones visuales más envolventes y casi fotorrealistas y en interacciones más sensibles. Las mejoras en la capacidad general y en la calidad del servicio y de la experiencia de las aplicaciones permitirán un gran volumen de usuarios simultáneos de XR. Además, podremos trazar gemelos digitales más grandes y sofisticados a medida que las capacidades de localización y temporización del 5G-Advanced y otras tecnologías de detección proporcionen los fundamentos de posicionamiento y sincronización para XR.
«Cuando los primeros despliegues de 5G-Advanced comiencen en 2025, el alcance del metaverso aumentará drásticamente»
A partir de 2030, nuestra visión del metaverso más amplio se fusiona con nuestra visión de la era 6G. En lugar de aplicar una superposición virtual al mundo físico, 6G nos permitirá manipular directamente el mundo físico a través de medios digitales, permitiendo en esencia que los seres humanos se aumenten a sí mismos. 6G aportará mayor inteligencia a la red y conocimiento de las aplicaciones, al tiempo que aumentará enormemente la capacidad de los enlaces ascendentes y reducirá la latencia. Esto creará las realidades metaversas holográficas más envolventes, que podrán ser experimentadas de forma sincronizada y persistente por un número prácticamente ilimitado de usuarios.
«El 6G nos permitirá manipular directamente el mundo físico a través de medios digitales, permitiendo en esencia que los seres humanos se aumenten a sí mismos»
En 2030, la RX se habrá arraigado en la industria y la empresa, y asistiremos al inicio de la revolución de la RX para el consumidor. Se producirán gafas asequibles y ligeras en volumen, junto con una serie de dispositivos de aumento que vincularán nuestros mundos digital y físico. El metaverso también crecerá en alcance, escala e inmediatez. Las nuevas capacidades de detección de 6G permitirán a la red crear gemelos digitales de casi todos los aspectos físicos del mundo en tiempo real.
El metaverso requiere un esfuerzo global
El paso a este metaverso más grande es una oportunidad sin precedentes para la industria de la conectividad y una clara ventaja para la sociedad. Para que tenga éxito, debe construirse sobre una base de apertura e interoperabilidad, debe ser seguro y fiable, ecológicamente sostenible e inclusivo, permitiendo el acceso al mayor número de personas posible. El metaverso es una empresa enorme, que requiere un esfuerzo global y la colaboración de todo el ecosistema.