En la siguiente entrevista, Jordi Hidalgo Sánchez, jefe de investigación y audiencia de la TVV, vicepresidente de la Junta Directiva de Aedemo y miembro del Comité de Programa del Seminario de Televisión, comenta esboza algunos de los temas que se tratarán durante el seminario.
¿Qué pueden esperar los asistentes del seminario? ¿Cuáles son los puntos principales del programa?
La celebración de este seminario supone la puesta al día, la revisión, de todo lo acontecido durante el pasado 2012 en el mundo de la televisión. No sólo eso, hasta lo acontecido en los días previos y durante la celebración misma del seminario, estará presente. La televisión está viva y se construye cada día. Los avances en el mundo publicitario, en los contenidos y los formatos de éxito, los avances en las técnicas de investigación, etc., tendrán su momento en este 29 seminario Aedemo TV.
¿Por qué se ha elegido el lema “multipantalla”? ¿Qué supone este nuevo fenómeno para la televisión?
Porque así es la televisión hoy. Ya no hay otra forma de consumirla, de medirla, de construirla, de entenderla. Desde la creación de un spot, de un programa, etc., nada ya puede pensarse en una única pantalla. Hoy en día la globalidad del producto está presente desde el minuto cero. Todo ello, las distintas pantallas, su tratamiento en las redes sociales, etc., lejos de ser un problema, una competencia para la televisión, como se ha apuntado en alguna ocasión, es un valor añadido, una ventaja. Las redes sociales, la multipantalla, son el complemento perfecto, y se han convertido en imprescindibles.
¿Qué posibilidades ofrece la televisión social a las marcas?
Llegar al consumidor de forma distinta, e incluso más directa, sin el ruido que pudiera oscurecer u ocultar el mensaje. También aquí estamos ante un excelente complemento a las formas tradicionales de publicidad. Las marcas tratan de informar allí donde esté el consumidor, independientemente de cómo esté o qué esté haciendo (multitarea, por ejemplo). Hoy en día, una parte importante de los ciudadanos estamos presentes y activos en las redes sociales mientras consumimos televisión, por tanto, allí debe estar la marca, acoplándose a los nuevos medios.
¿Cómo afecta a la programación de las cadenas?
Las cadenas se han adaptado con entusiasmo, diría yo, a esta realidad. Las redes sociales están aportando una investigación cualitativa (aún no rigurosa, eso sí, pero a considerar) en cada emisión. Prácticamente todos los programas invitan a la revisión participación con el correspondiente hastag de Twitter, todos los programas nos envían a la web de la cadena para ampliar contenidos, etc.
¿Cómo se mide la atención dispersa de los espectadores multipantalla?
Sencillamente no se puede medir, de momento. Es más, la televisión se ve de muchas maneras, depende fundamentalmente del individuo y del contenido. Cada uno lo hacemos de una manera, que no siempre es la misma. Ahora bien, por los institutos que se dedican a medir la actividad en las redes sociales en relación con la televisión, podemos afirmar que hay formatos con mucha interacción social (entretenimiento) y otros (ficción) con mucho menos; además de hacerlo en momentos diferentes de la emisión. Pero, mientras tanto, consumimos televisión, eso sí. Cada vez todos somos más multitarea.
¿Y cómo pueden los anunciantes conseguir encauzar esa dispersión?
Con buenos contenidos, claro. No es que ahora no lo sean, pero todos nos debemos y nos estamos adaptando. Al final, siempre volvemos al origen, nos gusta consumir historias; y si además la información añadida interesa, el consumidor, el ciudadano, será feliz.
La televisión vive tiempos difíciles y contradictorios: la desaparición de las grandes audiencias, la merma de recursos y la devaluación de la calidad de los contenidos, la competencia de la Red, la caída del volumen de publicidad y de los precios, la concentración de la oferta, la saturación… Pero, sin embargo, sigue siendo el primer medio por penetración e inversión.
¿En qué momento de su evolución nos encontramos? ¿Sigue vigente el modelo tradicional? ¿Qué papel desempeña en este entorno la televisión pública, tanto nacional como autonómica?
¡Para responder a todo con rigurosidad, necesitamos más de un Aedemo TV!
De todas formas la televisión está en un buen momento, en general. Obviamente está afectada, como cualquier otra actividad por el duro ajuste económico que padecemos. Pero al margen de este revés general, global, no podemos olvidar que el consumo de televisión marcó récord el pasado 2012 (cuatro horas y seis minutos, siete más que en 2011). Nunca antes se había consumido tanto tiempo en promedio. Goza, pues, de una razonable buena salud. Sobre todo, en comparación con otros medios.
El modelo está en constante transformación, pero eso ha sido así desde siempre, necesita (re)inventarse cada día, forma parte de su ADN. Es una de sus características que le hacen más atractiva.
Finalmente, en mi opinión, la televisión pública debe existir necesariamente, tanto la estatal como las autonómicas. Otra cosa es el modelo, la forma de financiarse. Pero poseer una televisión pública potente, competitiva, es bueno para la sociedad. Es un síntoma de la calidad social del país.
Nos vemos en Zaragoza y continuamos analizando y debatiendo.