El 80% de las webs ecommerce no consigue superar durante sus tres primeros años el umbral de rentabilidad necesario para permanecer en el mercado.
El ecommerce es un negocio al que resulta sencillo acceder pero en el que resulta todavía más fácil fracasar. Para evitar este tipo de situaciones, expertos como Doofinder recomiendan prestar una especial atención a varios factores.
El contenido –textos, imágenes o vídeos- y el precio son más importantes que el diseño de la web o el propio volumen del catálogo. Además, el proceso de compra tiene que ser ágil y amigable, cuantos menos clics mejor.
También es importante para que una web funcione equilibrar el presupuesto y destinar una buena parte para marketing, y no solo consumir la partida económica en la realización de la plataforma web.
El buscador de la web también es clave para aumentar ventas, conviene que funcione muy bien para lograr objetivos. Por último, conseguir tráfico hacia la web es muy caro y no basta con el SEO para conseguirlo, hay que generar un CRM con base de datos para comunicarse y segmentar los compradores a través de email o SMS desde el principio.
Pure players
Abrir un negocio ecommerce está de moda en España, pero la opción más segura son los pure players, o lo que es lo mismo, las empresas que sólo utilizan Internet como canal de venta de sus productos o servicios. Constituyen la apuesta más segura y rentable del sector ecommerce, superando en la mayoría de los casos los tres años de presencia en el mercado.
Medido por ingresos, el sector turístico domina el comercio electrónico en España. Pero el sector que más ha crecido es la venta de prendas de vestir que ha aumentado en un año un 90% hasta facturar 181 millones de euros al trimestre durante 2014.
Doce millones de españoles compran ya por Internet en más de 85.000 tiendas online.