Los consumidores alemanes e italianos son los que más recurren a este tipo de productos y un tercio de sus respectivas poblaciones los incluye en su dieta habitual. En el caso de nuestro país, el estudio destaca que, pese a ser el principal productor de alimentos orgánicos, la mitad de los españoles no ha consumido nunca este tipo de alimentos. En cualquier caso, siete de cada 10 españoles consumiría más productos orgánicos si el precio fuera más bajo, y en torno al 37% lo haría si fueran más accesibles en los puntos de venta y no se distribuyeran mayoritariamente en tiendas especializadas.
A la cola del consumo de productos orgánicos se sitúan Holanda, Francia y Reino Unido, donde solo dos de cada 10 personas acostumbran a hacerlo.
Sobre la información sobre vida saludable, el 86% de los españoles entrevistados considera que las etiquetas pueden ayudarles a comer más sano. España, por otro lado, también es el país que se cree mejor informado sobre nutrición saludable, a pesar de que el 71% piensa que no los está. En el caso de los holandeses nueve de cada 100 afirma estar mal informado.
Por último, los españoles opinan que la responsabilidad de consumir alimentos poco saludables recae en uno mismo (39%), seguido de los fabricantes (21%) y el gobierno (15%).
