El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, sigue siendo una fecha clave para recordar la lucha por la igualdad de género, un tema que en la última década ha impulsado transformaciones sociales significativas. Sin embargo, el último estudio anual de Ipsos, realizado en 30 países, revela que la creciente polarización global amenaza con frenar los avances hacia la igualdad entre hombres y mujeres. En España, el panorama es mixto, con avances, pero también con retrocesos notables en la percepción de la igualdad de género.
Así, España se destaca como el país europeo con mayor proporción de personas que se identifican como feministas con un 51%. Aunque esta cifra ha disminuido en cuatro puntos en comparación con el año anterior. A pesar de esta caída, las mujeres con un 58% y los jóvenes de la generación Z con un 56% continúan siendo los más propensos a definirse como feministas, en contraste con un 44% de los hombres y un 43% de la Generación X.
No solo eso, España se ha convertido en el segundo país europeo, tras Italia, con mayor proporción de personas que se identifican como feministas. No obstante, casi la mitad de la población, concretamente el 46%, considera que la igualdad de derechos entre hombres y mujeres ha ido «demasiado lejos», y un 52% cree que la promoción de la igualdad ha llevado a una discriminación hacia los hombres. Esta percepción es especialmente fuerte entre los votantes de derecha, como los de VOX y el PP.
Persistencia de la brecha salarial y techo de cristal
A pesar de los avances conseguidos en términos de igualdad, los roles tradicionales en el trabajo, las tareas domésticas y los cuidados siguen sin cambiar en el país. Así, la mitad de la población (52%) considera que es más probable que los hombres tengan salarios elevados y roles de liderazgo (47%).
Además, 6 de cada 10 personas asignan las tareas domésticas no remuneradas a las mujeres y tan solo el 4% afirma que son para hombres. Ocurre lo mismo en lo referente al cuidado familiar, un 58% declara que es más un territorio de las mujeres, dato que sitúa a España como el tercer país de Europa que más comparte esta percepción, tras Reino Unido y Hungría, ambos con un 59%.
En cuanto a la percepción sobre los roles masculinos, un 14% de los españoles cree que un hombre que se quede en casa para cuidar a sus hijos es «menos hombre», una idea especialmente prevalente entre la generación Z (23%). Esta tendencia refleja una fuerte presión para mantener el rol patriarcal tradicional, incluso entre jóvenes.
Sin embargo, hay un sector de la población que aboga por más representación femenina en posiciones de poder. El 55% de los españoles considera que la igualdad de género solo se logrará si más mujeres ocupan puestos de liderazgo en empresas y gobiernos. La mayoría de las mujeres (63%) apoya esta idea, aunque la percepción varía según la afiliación política, siendo los votantes de izquierda los más partidarios.
España, sensibilizada con la violencia de género
En cuanto a la violencia de género, España es uno de los países europeos más conscientes del impacto de esta problemática, con un 67% de la población reconociendo que las mujeres son las principales víctimas. Mientras un 40% de la población ve un impacto positivo en las políticas gubernamentales, el 35% apoya las iniciativas empresariales.
Paco Camas, director de investigación de Ipsos España, señala que las nuevas generaciones conviven con discursos feministas y antifeministas, lo que genera una polarización creciente. “Los hombres jóvenes se han derechizado en el último lustro, coincidiendo con la normalización de discursos antifeministas, lo que genera una reacción en el debate sobre la igualdad de género en nuestro país”.