Según una encuesta realizada por la corporación internacional que desarrolla y comercializa software para ordenadores, Symantec, el 74% de los usuarios confiesa estar más preocupado por los datos que almacena su teléfono, con respecto a los cinco años anteriores. Además, el 58% de los encuestados afirma que no tiene ningún control de los datos que se almacenan en su móvil y el 66% desinstalaría una aplicación si supiera con certeza que la misma utiliza y comparte su información personal.
Los expertos en el tratamiento de la información confidencial advierten que la eliminación de los datos debería hacerse mediante una destrucción física de la memoria. “Lamentablemente, el bajo coste de la adquisición de teléfonos hace que descienda la reutilización y que los responsables no exijan devolución”, afirma Javier Rivas, de la compañía Safety Doc.
Estas cifras demuestran el desconocimiento que invade a la sociedad en torno a la utilización de los teléfonos móviles. Además, afecta tanto al propietario del teléfono como a las compañías, que deberían garantizar la seguridad de los datos de carácter personal. La información registrada en estos dispositivos se pierde y podría caer en manos de terceros debido a que no existen herramientas para borrar la información almacenada en los terminales.