Un proyecto ecommerce une a IKEA y Vibbo para promover la venta de muebles y artículos de decoración de segunda mano.
Gracias a esta alianza, Vibbo ha creado, dentro de la categoría de hogar, una nueva opción de búsqueda específica de IKEA que permitirá a los usuarios filtrar tan solo por objetos y productos de decoración usados de la marca sueca (más de 6.000).
Este proyecto ecommerce se enmarca dentro de la apuesta de IKEA por orientar su modelo de negocio hacia la economía circular y que ha sido premiado recientemente en el World Economic Forum (WEF).
En España, la iniciátiva ha sido bautizada bajo el nombre #SalvemosLosMuebles, y se activó hace algo más de un año para dar respuesta a las tendencias de personalización, reparación y mercados de segunda mano.
De hecho, el consumo de segunda mano de artículos para el hogar, como muebles y objetos de decoración, es una de las categorías que más ventas mueve en plataformas ecommerce como vibbo, alcanzando un valor entre usuarios particulares de hasta 19,5 millones de euros en el último año.
«La economía circular abre un sinfín de oportunidades para acompañar a nuestro cliente, más allá del proceso de compra, ayudándole a vivir de forma más sostenible en el hogar. Nuestra estrategia se traduce en seis áreas de trabajo principales: cuida, repara, customiza, vende, dona y recicla y es precisamente la de venta la que creemos que va a tener un gran impulso con este acuerdo”, señala Arturo García, responsable de sostenibilidad de IKEA Ibérica.
Por su parte, Magalí Rey, directora de marketing de Vibbo, puntualiza: “Hay que tener en cuenta que el mercado de segunda mano es un sector en pleno auge. Los usuarios están cada vez más concienciados con el consumo responsable y saben que dar una segunda vida a un objeto es una manera muy positiva de contribuir con el medioambiente”.
Según el estudio Second Hand Effect, elaborado por vibbo en colaboración con el Instituto de Investigación Medioambiental de Suecia (IVL), las ventas de muebles y objetos decorativos de segunda mayo supondrían un ahorro potencial anual de cerca de 72.000 toneladas de CO2, evitando la producción de nuevos artículos y la emisión de CO2 que eso conlleva, así como los residuos que generamos al deshacernos de un objeto.