El 11% de las pymes españolas ya operan en ecommerce, y el 69% de sus webs ya están adaptadas a móviles, porcentaje que asciende al 99% si hablamos de las tiendas online.
No obstante, sólo el 30% de las pymes con comercio electrónico integran un TPV. De estas, el 63% también admite pagos por medios alternativos (PayPal). El 75,1% de las empresas, por otro lado, no integran ninguna red social, sin embargo, aquellas que tienen una tienda online integran redes sociales en más de un 58%, según los datos manejados por diData, empresa especializada en investigar los activos digitales empresariales.
Hace tan solo siete años, apenas eran un puñado las empresas españolas que tenían una web entre las 10.000-100.000 con más visitas del mundo. Y ninguna vendía por Internet. Actualmente, algunas, como PcComponentes por ejemplo, se sitúan entre las primeras 10.000 páginas con más tráfico, lo que supone una volumen de ventas brutal.
Las pymes (1,2 millones de pequeñas y medianas empresas en España) representan más del 90% del tejido empresarial y generan el 75% del empleo, así como el 65% del valor añadido de la economía de nuestro país. Además, fueron responsables de siete de cada 10 nuevos empleos creados en España en 2016.
¿El ecommerce no es país para pymes?
En ecommerce también hay mitos que conviene desmentir. Por ejemplo, que las únicas preparadas para vender por Internet son las grandes plataformas multinacionales y que las pymes dejaron pasar su tren hace diez años y que ya no están para sumarse, con éxito, al carro del comercio electrónico.
Para comenzar, y si no se dispone de una web potente, asociarse a los marketplaces como Amazon puede ser una buena opción, puesto que ahorra inversiones y proporciona un acceso más amplio a clientes potenciales.
Incluso se puede vender fuera de nuestras fronteras sin ningún problema aun siendo pymes. Un buen nicho está en la venta ecommerce de productos típicamente españoles que los extranjeros solo pueden adquirir cuando hacen turismo.