El continuo crecimiento del ecommerce está dando lugar a una necesidad de conocimiento cada vez más exhaustiva de todas las etapas del funnel. El objetivo es elaborar estrategias de marketing cada vez más sofisticadas y competitivas
El deseo de toda compañía, especialmente una que opera en comercio electrónico, es obtener un conocimiento cada vez más completo acerca del camino que recorre un usuario desde el desconocimiento total de la marca hasta la fidelización. Lograrlo pasa por un análisis exhaustivo e independiente de cada una de las etapas que atraviesa el consumidor (también conocidas como etapas del funnel o embudo de compra) de forma que se puedan determinar patrones de comportamiento cada vez más completos y ajustados a la realidad. Esta situación demanda estrategias de marketing cuyo objetivo se centre en abarcar todo el funnel de la forma más completa posible, algo que está cada vez más en nuestras manos gracias al aumento de soluciones tecnológicas, canales y datos.
Los expertos de Sociomantic Lab recomiendan a los operadores ecommerce seguir un enfoque full funnel completo por los siguientes motivos:
1. Favorece un análisis y una visión más completa del consumidor. Según el estudio B2B Demand Metric Benchmark Report un 80% de responsables de marketing no está conforme con la calidad de sus datos, que según argumentan, se presentan fragmentados, inexactos y en ocasiones desfasados. Adoptar un enfoque full funnel permite a una compañía obtener interesantes insights de comportamiento para analizar profundamente a un target diverso, que abarca desde potenciales clientes a aquellas personas afines y enamoradas de la marca.
2. Facilita una doble personalización dirigida tanto al consumidor, como al anunciante. Una estrategia full funnel bien estructurada establece una comunicación personalizada y la posibilidad de establecer una comunicación bidireccional con el consumidor o potencial consumidor, que busca hoy más que nunca el respeto de las marcas, y da por sentando su derecho a recibir sólo información relevante y acorde a sus intereses. El grado de personalización ha de ser lo más ajustado posible desde el principio e incrementarse conforme el consumidor va dejando atrás las etapas del embudo y adquirimos mayor conocimiento sobre cada individuo. Asimismo, establecer una campaña full funnel supone que la personalización no empieza y termina con el consumidor, sino que se extiende a las necesidades de personalización de las campañas del propio anunciante, de forma que éste sea capaz de aplicar estrategias diferenciadas (mensaje, promoción, objetivo de rentabilidad etc…) a cada segmento de usuarios del funnel.
3. Divide y vencerás. Diseñar una campaña compuesta por sub-estrategias diferenciadas para cada paso del embudo tiene como objetivo hacer el mejor uso de los recursos disponibles, sin dejar ningún flanco descubierto. Una estrategia de este tipo capitaliza la captación, invita a la compra final y, por supuesto, no pasa por alto lograr que el consumidor supere con agilidad los puntos intermedios. Así, el full funnel se retroalimenta, y unas tareas facilitan otras para lograr la mejor sinergia y el resultado esperado.