El Black Friday es la cita ecommerce más importante del año. En 2016 movió 1.300 millones de euros, un 13% más respecto al año anterior, representando el 5% del consumo online anual. Sin embargo, ya no es tan fácil lograr que sea un éxito de ventas debido a que el efecto sorpresa ha desaparecido.
A su paso por la 31 edición de eShow, los expertos de Dolist analizaron la evolución de este popular evento ecommerce cuya próxima cita con los consumidores es el 24 de noviembre. Los contenidos personalizados constituyen a su juicio un factor indispensable para alcanzar a unos consumidores que ya conocen de sobra la mecánica del Black Friday, que sigue siendo una gran oportunidad para las marcas de potenciar sus ventas en vísperas de Navidad.
“Este aumento de la popularidad del evento pone sobre la mesa un reto complejo: conquistar a una audiencia cada vez más dispersa, huidiza y saturada de información y publicidad”, señaló Antonio Martos, consultant manager de Dolist, que desaconsejó recurrir al marketing de emergencia «porque el lanzamiento masivo de campañas de marketing ha provocado la desaparición del efecto sorpresa para los clientes”.
El marketing masivo no es una buena idea tampoco de cara al nuevo Reglamento de Protección de Datos (RGPD), que entrará en vigor el 25 de mayo de 2018 y sumará complejidad al proceso de captación de datos. “Con este tipo de marketing masivo no solo nos exponemos a sanciones, sino que nos arriesgamos a deteriorar nuestra imagen de marca y el ROI de nuestras campañas”, explicó Martos, recomendando apostar por enfoques más humanos y cualitativos.
RECOLECCIÓN DE DATOS
El secreto de un Black Friday exitoso en ventas es la recopilación datos de clientes ( sociodemográficos, declarativos, geográficos…) durante todo el año para elaborar el mensaje más adecuado para cada cliente. Explotar datos como los historiales de compras, interacciones en redes sociales, las páginas vistas o temas de interés en los programas de messaging es fundamental, así como plantearse las preguntas adecuadas antes de diseñar una campaña para el Black Friday. «Hay que dirigirse a personas más que a consumidores e intentar seducirles para diferenciarnos de la competencia. Para ello se necesita creatividad y contar una historia cautivadora”.