La dimisión de Martin Sorrell, CEO de WPP el pasado sábado, consecuencia de la investigación por mala conducta personal iniciado por la multinacional a primeros de este mes de abril, ha desatado un auténtico vendaval en la industria publicitaria mundial y en el seno de la propia compañía, que no vive su mejor momento económico. Roberto Quarta, hasta ahora presidente, ha tomado las riendas temporalmente hasta encontrar un sucesor para Sorrell.
Hace escasas semanas, WPP dejó en manos de sus abogados la investigación de una acusación a Martin Sorrell relacionada con el uso inapropiado de fondos. La dimisión del primer ejecutivo de WPP, que en algo más de tres décadas transformó una oficina de dos personas en la mayor multinacional de la industria publicitaria, tuvo efectos inmediatos.
“Obviamente estoy triste de abandonar WPP después de 33 años. Ha sido mi pasión, mi foco y mi fuente de energía durante mucho tiempo. Sin embargo, creo que apartarme ahora de la empresa redunda en el mejor interés del negocio. Dejo la compañía en muy buenas manos, como bien sabe el consejo de administración. El equipo directivo a todos los niveles tiene los conocimientos y las habilidades necesarias para llevar a WPP a alcanzar cotas aún más altas y a capitalizar las oportunidades geográficas y funcionales. Echaré de menos, sobre todo, el contacto diario con personas procedentes de todo el mundo y quiero agradecerles a ellas y a sus familias todo lo que han hecho y seguirán haciendo por WPP”, ha señalado Sorrell en su escrito de despedida.
Por su parte, Robert Quarta ha señalado: “Martin ha sido la fuerza motora detrás de la expansión de WPP para convertirse en líder global en servicios de marketing. Durante todo este tiempo la compañía ha tenido éxito porque ha valorado y nutrido talento absolutamente excepcional a todos los niveles y lo ha hecho dentro y más allá de nuestros equipos directivos. En nombre del consejo de administración me gustaría reconocer estos logros y dar las gracias a Martin por su compromiso con el negocio durante más de tres décadas”.
Fundado en 1971 con fines industriales, el 30% del grupo WPP pasó en 1985 a manos de Sorrell, procedente de Saatchi & Saatchi, lo convertiría en un macrogrupo de publicidad y marketing a través de adquisiciones históricas como las de J.Walter Thompson, Young & Rubicam o Group M.
Presente en 112 países y con casi 200.000 empleados, WPP trabaja para grandes anunciantes, entre ellos las multinacionales Unilever, Ford o P&G, entre otros. En 2017, los ingresos de la multinacional cayeron un 0,3% respecto al año anterior, fijándose en 14.400 millones de libras. Por otro lado, tras la investigación abierta contra Martin Sorrell, las acciones de WPP han caído un 2%.