El año 2020 comenzaba con una perspectiva de cierta estabilidad; incluso con la esperanza de una ligera recuperación. Y en estas llegó el COVID-19, “y mandó a parar”.
Se produjo una situación no sólo inesperada, también inédita. El mundo nunca había vivido algo así, sólo en alguna película de terror-ficción, y se empezaron a tomar medidas de consecuencias imprevisibles.
¿Qué pasa cuando prohíbes a, prácticamente, toda la población del país salir de casa? Y, sobre todo, ¿qué pasa cuando no se conoce la fecha de caducidad de esa situación anómala? Nadie lo sabe y es complicado hacer predicciones.
A finales de marzo puse en marcha el Foro Vigía, con un grupo de profesionales, la mayoría también amigos. Sólo analizaremos la situación de la población durante el confinamiento como punto de partida para imaginar cómo podrá ser la situación de los medios y de la publicidad cuando se vuelva a una cierta normalidad. Y trataremos de no hablar de política.
En sus primeras tres semanas de vida se han compartido en el Foro algunas conclusiones:
– El confinamiento está generando unos nuevos hábitos; algunos se consolidarán y formarán parte de la nueva realidad. Otros serán pasajeros y limitados a la duración del encierro.
– Muchos de los cambios afectan a los medios y a la publicidad. Crece el consumo de todo lo digital, que se generaliza ya para toda la población; la televisión se ha vuelto a mostrar como el patrón oro y ha aumentado sustancialmente su consumo; la radio también crece, así como la prensa online. Los contenidos informativos aumentan su audiencia y las marcas de medios se consolidan como fuentes de información contrastada. En cambio ha desaparecido el cine y la mayor parte de la audiencia de la publicidad exterior.
El futuro es confuso; ahora más que nunca. Pero entre todos buscamos una herramienta para verlo algo más claro.