Además, con la nueva presentación se quiere llegar a un target más joven, que busca conveniencia a la hora de cocinar y que sabe apreciar la comida sabrosa y de calidad.
“Hemos modernizado la identidad visual, dándole un toque más amable, más culinario y menos industrial. Reafirmamos la historia y know how de la marca introduciendo en el brand block la fecha de su fundación, 1960”, explican desde Delamata Design.
La agencia también ha reinterpretado el conocido mantel de La Cocinera, dándoles más protagonismo y aumentando su presencia y visibilidad en el lineal, “haciendo la marca más coherente y homogénea”.
“Sin hacer una gran revolución, rediseñamos el pack buscando una buena diferenciación entre todas las referencias del portfolio, jugando con texturas y creando escenas con gran presencia de ingredientes de calidad. Siempre inspirado en “la preparación en casa. El resultado, una marca más moderna y honesta que no quiere renunciar a la tradición”, añaden.