Al decir de los inventores y colaboradores (la consultora de comunicación Weber Shandwick y la agencia de publicidad Tapsa), la experiencia piloto confirma la eficacia, flexibilidad y potencial de la nueva fórmula de investigación. Con esta nueva tecnología la casa de Gran Hermano se transforma en un lugar para que las empresas puedan experimentar sus diferentes productos de consumo, e incluso programas formativos de desarrollo de habilidades directivas, análisis de clima laboral, gestión de crisis o programas de selección interna o externa.
A primera vista, repetimos, es chocante que de un ambiente como el de Gran Hermano puedan sacarse conclusiones aplicables al comportamiento de un consumidor que cada vez es más reflexivo. Seamos prudentes y expectantes, no condenemos ni ensalcemos prematuramente la nueva herramienta. Nos faltan datos para juzgarla con objetividad. ¿Acaso Ivan Petrovch Pavlov no utilizó el comportamiento extraño de unos perros para descubrir los reflejos condicionados en el hombre? También en esta ocasión fue curioso, chocante y sorprendente.
No seamos más papistas que el Papa.
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