Visito la Feria con espíritu de paleto antiguo; un poco desconfiado y retraído mientras a mis oídos llegan palabras y expresiones que, lejos de darme confianza, me hacen pensar que el que las pronuncia trata de engañarme y esconderme el guisante para timarme la apuesta.
Sé que he perdido la pelea, soy consciente de lo vano de mi esfuerzo, pero disfruto recordando a todos los del sector –y digo a todos, no sólo a los interneteros– que estoy hasta los pelos de ese esnobismo casposo y provinciano que obliga a decir, en mal inglés, lo que se puede explicar, mucho mejor, en buen castellano.
¿Ha pensado alguien que cabe la posibilidad de que, como en el cuento del vestido del Emperador, debajo de tanta idiotez haya más desnudez que contenido?
Un medio que presume de control, de ROI y de exactitud y que está a años luz de la confianza y fiabilidad que genera cualquier análisis de los que se hacen habitualmente sobre las campaña de televisión, tendría que empezar a darse cuenta de que, aunque no se lo diga casi nadie, está más en pelotas de lo que resulta conveniente.
Debería hacérselo mirar.jmb@thebrandchannel.es
