Para crear expectación se transformaron en paquetes lacrados llegados desde Nueva York, una serie de mupis ubicados estratégicamente en Madrid y Barcelona. El día del lanzamiento, el pasado 28 de agosto, se destapó el misterio y se mostró la portada del primer número de la revista en unos mupis transparentes.
La campaña de intriga también llegó a los aeropuertos de las dos ciudades españolas, donde algunos fingers de acceso y salida de pasajeros se decoraron a modo de alfombra roja, repleta de paparazzis que esperaban impacientes la llegada de la revista a España.
Para el lanzamiento televisivo de esta cabecera de alta gama, propiedad de Condé Nast, DDB ha rodado tres películas que tienen la estética surrealista como denominador común. En los tres se muestra cómo diferentes personajes se encuentran esperando algo que no llega y que no se acierta a intuir hasta la resolución final de los spots.
La campaña se ha completado con acciones en Internet e inserciones en prensa y revistas.
Esta no es el primer trabajo de la agencia DDB para Condé Nast, editorial para la que ya diseñó el lanzamiento de la revista Glamour.