Conseguirlo pasa por humanizar las marcas y cumplir con tres premisas a la hora de actuar en los social media: hablar y escuchar, conectar y adaptarse a los cambios.
Durante el encuentro, Brian Solis aseguró que el poder de las redes sociales es de tal calibre que las empresas debería dejar de clasificar a sus públicos con un carácter sociodemográfico y segmentarlo en tres grandes grupos: consumidores tradicionales, consumidores digitales y consumidores conectados. Estos últimos son los que deciden el devenir de una marca. “Son usuarios que no solo están informados, sino que comparten información y tienen capacidad de influir, es decir, cuentan, a su vez, con sus propios públicos”, señaló Solis.
El experto también advirtió a las empresas sobre la amenaza del darwinismo digital. “Las apuestas tecnológicas sobrevivirán solo si las personas las aceptan. Es el momento de cambiar el futuro de las empresas, pues ahora la forma de gestionar una organización es totalmente diferente a como será en la próxima década”.
Atributos como el valor, la confianza y el reconocimiento son necesarios para actuar en las redes sociales, según Solis, que además aportó un dato estadístico muy curioso: solo el 6% de los 600 millones de tuits que se publican diariamente son retuiteados y el 90% de estos se producen en la primera hora, por lo que casi se vuelven prácticamente invisibles.
En el encuentro también participaron Rodrigo Miranda, director general de Shackleton Buzz & Pressy, y Javier Oliete, director general de Neo@Ogilvy Spain, que analizaron el papel de las redes sociales en los planes de expansión de las organizaciones.