Hay entre las mesas emprendedores que desde su pequeño tamaño miran con preocupación: ¿hay hueco para la idea, la innovación desde esa pequeña escala?
Lo pequeño dentro de las grandes corporaciones engaña: más que pequeñas marcas, las grandes compañías desarrollan especialistas que se apoyan en el llamado y conocido primo de Zumosol.
Faltan, y hacen mucha falta, entornos que potencien el valor de la idea, del trabajo posible para los pequeños, pero el mercado ahoga a los recién nacidos de muchas formas: no se valora el trabajo de los expertos o especialistas no integrados en grandes empresas; se fusilan las ideas y luego se desarrollan mal y se niega el sitio que la inteligencia debería ocupar.
Innovar, en las tinieblas de afuera, sigue generando llanto y crujir de dientes.