Viví unos años mágicos pero entonces no lo sabía. Fui un privilegiado pero no me di cuenta en ese momento. Sólo el paso del tiempo me ofreció una perspectiva real de la suerte de vivir aquellos días. Después de más de 20 años de profesión, de saber y sufrir en primera persona lo duro que es hacer una pieza que se reconozca con derecho a premio en festivales, es cuando soy capaz de dimensionar lo que Juan Mariano Mancebo fue capaz de hacer.
Nada puede decirse a estas alturas que no sea repetirse. Todos los grandes de la profesión han hecho su comentario homenaje de despedida al gran creativo que fue Juan Mariano Mancebo.
Desde una columna con el nombre “Creatividad al día” no podíamos dejar de comentar esta lamentable pérdida y guardar el luto y respeto apropiado de quien ha contribuido de manera destacada a la creatividad tanto a nivel nacional como a nivel internacional.
Hay algunos que tuvimos la suerte de coincidir con él, otros no le conocieron personalmente, pero sí su trabajo y eso fue, como dicen, lo que les inspiró y animó para dedicarse a esta profesión.
Junto con José María Lapeña en los años 80 hicieron de Contrapunto el epicentro de la buena publicidad a nivel mundial. Lo que otros soñaban crear, ellos lo habían conseguido.
En aquellos años, la pareja Lapeña-Mancebo, Mancebo-Lapeña hacía que pareciera fácil ganar leones cuando además no abundaban demasiado. Cada año no se entregaban más de 30 en total y la mayoría de ellos estaban reservados para los creativos con oficina en Madison Av.
También, con el paso de los años pongo en valor lo que muy pocos creativos consiguen; llevar con humildad y humanidad todo ese reconocimiento de la profesión. Así era Juan Mariano. Una persona risueña y modesta, orgullosa de sus orígenes (Zaragoza) de los que siempre que podía presumía. Igual de risueño y animado tanto si estaba con el cliente más importante, con otros profesionales del sector o con gente junior de su agencia. La cercanía, empatía y respeto para todos, es lo que hacía que se le viera más grande todavía.
Yo personalmente me quedo con algunos ratos compartidos con Juan Mariano, en la planta baja de Contrapunto en Jerez, 3. Cuando todo el mundo de la agencia se había marchado ya de fin de semana, él se bajaba a la planta donde en CP Comunicación seguíamos a toda máquina, y entonces era el momento de hacer un break. Sacábamos nuestras cervezas Cruzcampo y jugábamos a los dardos durante horas. En ese momento, a pesar de ser uno de los creativos más grandes de la historia, con sus risas y chistes nos hacía iguales a todos.
Cuando dejó Contrapunto y se marchó a BDDP Mancebo Kaye, como despedida le hicimos una versión de La Zarzamora, que siempre le había gustado. Como no podía ser de otra manera a José Luis Moro (también conocido como Pingüino) le tocó escribir la letra. La grabación se realizó en Sintonía con Graciela Amo, Jorge Candeal, Rebeca Díaz, Cristina Ferreiro, Quique Mingo… La voz era nuestra cliente Araceli, de Renfe. Como dice José Luis Moro, sirva de modesto homenaje.
Me gusta una frase que dice que no estamos muertos mientras haya alguien que nos recuerde, así que Juan Mariano desde aquí te digo que te queda mucha vida por delante.
Un fuerte abrazo allá donde estés.
José Luis Gil, director de servicios al cliente de DDB.