Pues bien, hoy estamos a las puertas de una nueva etapa en Internet, la piedra filosofal de la modernidad: la definida por las siglas RTB o real time bidding (subasta en tiempo real), destino final de la búsqueda del verdadero destino de nuestra publicidad.
En vista de que la tecnología ha permitido trasladar el valor del Medio hasta su Audiencia, de la Audiencia a la Categoría y de la Categoría al Individuo, lo que quedaba era poner precio a cada uno de los receptores de la publicidad en función del valor que cada cual tiene para la marca. ¿Y quién determina el valor?
Pues, como casi siempre, el comprador, que será el que ponga precio a nuestras cabezas. ¿Que tenemos gran potencial de compra? Nuestro valor será alto. ¿Que esa marca concreta sabe que no somos muy partidarios? Pues la puja será baja. Lo divertido es que esto se hace ya en tiempo real y los sistemas están preparados para afrontar el futuro. Y la cosa es para hoy, que nadie se duerma o de los cuarteles generales caerá la colleja de siempre.