Tres años de crisis incansable han trastocado cosas que jamás hubiéramos imaginado. Tres años que más parecen una década han pasado con un huracán sobre nuestra realidad. No somos los mismos y no consumimos igual.
Los cambios son muy apreciables. Este nuevo consumidor del que habla en informe GfK ha asumido y manifiesta su poder. Dispone de tecnología, herramientas y recursos para obtener mucha información sobre los productos. Según señala Gabrielle Nauton, responsable del estudio GfK, se puede hablar ya de una nueva generación de compradores que buscan mantener el control y ganar en el “juego de hallar el medio precio”.
También ha crecido (siete puntos porcentuales) el nivel de exigencia hacia las marcas, no solo a las del fabricante (37%) sino también a la de distribución (44%).
En general, el 40% de los entrevistados para realizar el informe considera que gracias a la crisis ahora compra mejor. El 45% destina más tiempo a informarse sobre los productos antes de decidir la compra. Y un 24% del total dice utilizar más Internet para buscar esa información.
No se conforma
El consumidor X-tremo no renuncia a su futuro ni a su desarrollo profesional. Tampoco se conforma con su situación actual y busca opciones de ocio acordes con su poder adquisitivo a través de los medios de información y tecnológicos.
Las aficiones personales y la moda son los capítulos más perjudicados por los recortes presupuestarios del nuevo consumidor. Por el contrario, las salidas a restaurantes comienzan a recuperarse, quizás porque este tipo de establecimiento está sabiendo adaptarse a las posibilidades de sus clientes.
La marca blanca toca techo
Por otro lado, la sustitución de marcas de fabricante por productos de marca blanca comienza a agotar su recorrido. Tan solo se registran un pequeño incremento en lácteos, cosmética y bollería industrial. Además, mientras que el producto en que más se incrementa la presencia de marca blanda crece solo en tres puntos, los que pierden presencia lo hacen en valores superiores (11 puntos los platos preparados; siete el café y las bebidas de alta graduación, y seis puntos los refrescos).
Esta circunstancia deja claro que el consumidor ha descubierto nuevas vías para acceder a los productos que quiere por un precio menor. Esto se explica, en parte, a la proliferación de los canales outlet y otros portales de descuento que son cada vez más utilizados por los compradores.