En un momento como el actual en el que la comunicación se ha convertido en una disciplina fundamental tanto para empresas como instituciones, la protección de la propiedad intelectual generada desde las agencias de comunicación se torna en una de las mayores prioridades para el sector. Y, por tanto, el reconocimiento de las consultoras y sus profesionales como creadores de propiedad intelectual ha sido siempre y sigue siendo una de las grandes preocupaciones para ADC.
La elaboración de contenido original y multiformato se ha consolidado como uno de los servicios más demandados a las agencias que, pioneras en el arte de generar y contar historias, han ido sofisticando sus herramientas y por lo tanto evolucionando en sus necesidades. En el ejercicio de sus funciones, las agencias de comunicación siempre han mantenido una relación cercana, profesional e indispensable con los medios de comunicación, ayudándoles a ejercer su profesión nutriéndoles de contenido y elaborando materiales ad hoc, convirtiéndose así en un pilar fundamental del proceso informativo tan relevante y necesario en la sociedad actual.
Por eso ADC trabaja desde hace tiempo con el objetivo de poner en valor y proteger la propiedad intelectual de todos esos contenidos generados por las consultoras y consolidar su reconocimiento como creadoras de propiedad intelectual. En esta protección de los contenidos, se incluyen también los planes de comunicación y campañas creativas que desarrollan tanto para sus clientes como para los potenciales. El reconocimiento de las agencias de comunicación y sus profesionales como creadores de propiedad intelectual se basa en cinco pilares fundamentales detectados por ADC:
1) Protección de la Propiedad Intelectual. La creación de contenido único y creativo conlleva el desafío de proteger esa propiedad intelectual. Desde las agencias debemos asegurar que nuestros contenidos, ideas, diseños, campañas o cualquier otra creación original estén debidamente protegidos mediante derechos de autor, marcas registradas u otras formas de propiedad intelectual, de la misma manera que somos conscientes y respetamos las leyes de derechos de autor al utilizar imágenes, música u otros elementos creativos en nuestras campañas. Como buen ejemplo de esto, las agencias miembros de ADC disponen de la posibilidad de registrar sus propuestas e ideas en Safe Stamper como vía para acreditar su titularidad sobre diferentes contenidos.
2) Evolución de plataformas y tecnologías. La rápida evolución y los cambios constantes en un universo tan dinámico e innovador como el nuestro nos obliga a una adaptación continua, especialmente en el ámbito digital. La velocidad de estos cambios puede en ocasiones dificultar la protección efectiva de la propiedad intelectual, ya que las leyes y regulaciones pueden tardar en ponerse al día con las innovaciones.
3) Piratería y Uso No Autorizado. La digitalización y la facilidad de compartir información en línea también aumentan el riesgo de piratería y uso no autorizado de contenido. Las agencias debemos estar vigilantes y tomar medidas. Para ello será especialmente necesario la identificación de aquellos contenidos que deben estar bajo el paraguas de la propiedad intelectual, poniendo en valor el trabajo llevado a cabo por los profesionales de las agencias, consultoras o departamentos de comunicación y analizando aspectos tales como la naturaleza creativa de los mismos, su originalidad, la fuente, el formato, etc.
4) Fake news y buenas prácticas. Las agencias de comunicación también abordamos los retos de la propiedad intelectual y los derechos de autor desde una perspectiva legal y ética. La veracidad de la información se ha vuelto crucial para garantizar la buena salud de la democracia y forma parte de nuestro trabajo luchar contra las fake news, comprometiéndonos con la creación y distribución de información veraz y contribuyendo a la labor de fact-checking siempre que detectamos informaciones incorrectas.
5) Comunidad. La colaboración a la hora de compartir conocimientos y habilidades para afrontar retos comunes es fundamental, por lo que el asociacionismo alrededor de organizaciones como ADC, que representa y defiende los intereses y necesidades de todo un sector, resulta un elemento clave y diferencial. Una muestra clara de ese interés común es la demanda de homogeneización y trasparencia en los criterios de participación en los concursos, que también deberían incorporar unas reglas comunes mínimas en materia de respeto a los derechos de propiedad intelectual de las propuestas presentadas.
Enfrentarse a estos desafíos requiere que las agencias de comunicación se mantengan firmes en su posición, proactivas en la gestión de la propiedad intelectual y actualizadas e informadas sobre los cambios en las leyes y regulaciones. Garantizar la propiedad intelectual de todos los contenidos que desarrollan las consultoras a través de sus profesionales es una cuestión de gran importancia a resolver en el sector y con la que ADC está comprometida al cien por cien.