Regreso al siglo XX. La esperada recuperación de la inversión publicitaria presentada por Infoadex, que señala un crecimiento del 4,7% en el 2015, que se produce por segundo año consecutivo, y que en el caso de los medios convencionales llega al 7,5%, frente el 2,8% en los medios no convencionales, es, sin duda, una buena noticia. Pero no debe engañarnos mucho: pese a esos dos años de crecimiento, las cifras de inversión publicitaria total son similares a las del año 2000, y en el caso de los medios convencionales, a las de 1999. Y eso sin contar el 41,1% que ha aumentado el IPC desde enero de 2000, según el INE. Vamos, que aún estamos muchísimo peor que en los tiempos de la peseta. Ni siquiera la tele, la radio y exterior han podido recuperar las inversiones de entonces, y tienen inversiones inferiores a las de hace 16 años. Los 1.249 millones que se invirtieron en 2015 en internet son menos de lo que han perdido de inversión los diarios, revistas y suplementos, y que hoy día nadie piensa que podrán recuperar. Como ocurre con las cifras del paro, algunos echan las campanas al vuelo porque en los últimos tiempos se haya podido empezar algo de empleo, aunque sea mucho más precario, temporal y mal pagado que antes, y falta un mundo para empezar a pensar en que el tema realmente está resolviéndose. En la publicidad también se ha empezado a crecer, pero muy precariamente, se valora muchísimo menos que antes el trabajo de las agencias y profesionales, y bastantes medios, sectores y profesionales están tan tocados que es casi imposible que se recuperen. Por citar a alguien que sabe de esto mucho más que yo, Michael Farmer, CEO de Farmer & Company, lo que un día fue “una de las industrias más glamurosas y gratificantes se ha convertido en una clase de taller clandestino para los trabajadores”. Pues vaya.
Yo, sigo. Como antaño decía en tiempos lejanísimos Joe Rigoli, Iker Casillas decide que sigue adelante en su reclamación a Bankia, pese a la “generosa” oferta que hace la entidad para devolverle lo que había invertido, y después de comprobar que están perdiendo todos los juicios. Bueno, lo ofrece devolver con el dinero de todos los españoles, aunque no hayamos sido responsables del engaño. Y el portero también juega con un poco de trampa, porque seguro que el bufete de abogados que anuncia le pagará lo que sea preciso, aunque hipotéticamente no ganase su demanda en el futuro. La decisión de Bankia es un palo sobre todo para esos bufetes lanzados a captar damnificados, y que no se podían creer lo que estaban creciendo y ganando gracias a la gran estafa a millones de españoles.
Metiendo goles. Como Iker, a los futbolistas los tenemos anunciando todos los productos y servicios posibles. La agencia Fleishman Hillard confía en Andrés Iniesta para vendernos el método Dentix, que esperemos sea más fiable que el de la otra cadena de clínicas dentales cuyos dueños se llevaban la pasta y están acusados de blanqueo, valga la redundancia. Y Simeone, de la mano de M&C Saatchi, hace un divertido spot para anunciar la Renfe, un buen ejemplo de cómo aprovechar el tirón popular de un famoso para comunicar un servicio. La campaña empezó a emitirse justo la semana en la que Simeone dio un repaso al Real Madrid de Zidane en el Bernabéu, pero creo que el entrenador rojiblanco, al igual que Iniesta, son deportistas que caen bien a casi todo el mundo.
¡Tu primera colonia! Emotiva y bonita campaña conmemorativa del 75 aniversario de El Corte Inglés, la gran empresa que modernizó la distribución en España, extendió la garantía de calidad y servicio al cliente como requisito imprescindible para que los consumidores se sintiesen satisfechos, y que desde sus comienzos ha sido capaz de evolucionar y adaptarse con éxito a los enormes cambios que hemos vivido en España en los últimos tiempos. La campaña de Sra. Rushmore hace un precioso y nostálgico repaso a todas las novedades que nos han ido llegando a través de El Corte Inglés, perfectamente acompañado de la música de Elton John. Solo que, quién sabe por qué, al verlo me viene a la cabeza aquello de “¡tu primera colonia, Chispas…!”, que tan bien canta el Pingüi en sus conciertos.
La mía es más grande. Burger King y McDonalds se enzarzan en una “pelea” en Francia sobre quién la tiene más grande “la cadena de franquicias, por supuesto”, aunque ambas parecen reconocer que es la del payaso. Al parecer, todo empezó con una valla de McDonald’s que informaba que su próxima hamburguesería estaba a solo 5 km, mientras la de Burger King estaba a 258 km. En el vídeo de respuesta, una pareja pasa ante la valla, y se para en el McDonald’s, pero sólo para pedir un café bien grande para poder conducir los 253 km que les faltan para el Burger King. Incluso se permite dar las gracias irónicamente a McDonald’s por estar en todas partes. Claro que ya se sabe que en estas “peleas de marketing” suelen beneficiarse las dos partes que en teoría luchan, y más si es en un país como Francia, donde muchísimos consumidores todavía rechazan fuertemente y por principios el “fast food”.