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El caso es que el número de GRP de televisión en este año ha sido bastante superior al del año

El caso es que el número de GRP de televisión en este año ha sido bastante superior al del año 2012 en todos los meses salvo en febrero y abril. De los otros medios mejor no hablemos: basta ver el tamaño de los diarios y revistas.

Atresmedia TV. No hace mucho sería insólito que una cadena invitase a hacer zapping y pasarse a otro canal, pero con la concentración resulta que ahora casi todos los canales son de los dos grupos dominantes. Por eso la campaña de Atresmedia ha sido de lo más innovador que se ha visto últimamente, con esos spots encadenados que tenían continuación en las distintas cadenas del grupo a elección de los telespectadores. Claro que había algunos problemas como el retardo que tienen bastantes televisores y decodificadores al cambiar de canal, y que provocaban vacíos y saltos al intentar seguir los anuncios. Con todo, no dejó de sorprenderme y divertirme ver cómo mis hijos perseguían los anuncios de un canal a otro.

El timo del servicio al cliente. En esta época donde la reputación de las compañías tiene una importancia cada vez mayor, parece incongruente la política de la mayoría de las empresas que timan a sus consumidores y usuarios cuando quieren hacer uso de los servicios de atención al cliente. Según Facua, el 81% de las empresas encuestadas obligan a llamar a números de tarificación adicional (901, 902, 803, 806 u 807), como se llaman esos que te cobran por llamar. Algo que por desgracia sabemos y soportamos todos: no solo atienden fatal y casi nunca se consigue lo que se pretende cuando se llama a atención al cliente, sino que además cobran por atenderte.

Perfumes y catarros. La oleada de perfumes navideños deja paso a los anuncios de medicinas contra el catarro, resfriados, gripes y constipados, que este año resultan especialmente cutres. Los virus de dibujos animados como si fueran pajaritos de Gelocatil resultan totalmente surrealistas, y los de la competencia no se quedan atrás, como los que hablan de las mucosidades. Los efectos especiales con lucecitas y bolitas espaciales demostrando cómo los medicamentos actúan dentro del organismo no tienen desperdicio, y resultan dignos herederos de los spots de detergentes en los que el ama de casa y el que le recomendaba el producto se introducían entre las fibras de la ropa para ver cómo se eliminaba cualquier rastro de mancha. Vamos, un auténtico viaje al pasado de la publicidad más penosa.

Olor perfumado. Claro que los anuncios de perfumes navideños tienen toda su lógica según Nielsen, pues el 84% de los españoles declaran haberlos comprado para regalar con los Reyes Magos (junto a la cosmética). Un 77% dice haber comprado ropa, zapatos o bolsos; el 68% juguetes; un 67% libros y discos; y el 65% tecnología (imagen, sonido, consolas). El estudio confirma así con cifras y porcentajes lo que todos más o menos sabemos y comprobamos: no suele haber mucha originalidad en los regalos navideños.

Cocinillas. Otra moda que nos ataca sin remedio son los programas de cocina y cocinillas nacidos al amparo del éxito de Master Chef. El primer concurso estuvo bien, al igual que su versión infantil navideña, que llegó a ser líder de audiencia en su final del día de Reyes, pero todas las copias o inspiraciones sucesivas sólo hacen prever el final de la gallina de los huevos de oro, pues cuando se cambia de canal y en todos salen cocineros compitiendo acabas deseando que se vayan todos a freír morcillas. Algo, por otra parte, bastante habitual en televisión.

Bienvenida la HD. Como el cuento de Pedro y el Lobo, TVE anuncia las emisiones en HD desde el 1 de enero. Tanto se ha hablado y se sigue hablando de la HD que suena a cuento viejo, y eso antes de empezar realmente. Al final me cuesta creerlo, sobre todo con algunas retransmisiones que en teoría son de HD que se ven peor que en el canal normal, con líneas pixeladas y saltos en la emisión.