Pese a la crisis, anunciantes y agencias se dan cuenta de que poder mandar anuncios totalmente personalizados a un medio que se suele llevar todo el día encima (o en el bolsillo) abre enormes posibilidades, como refleja el 67% de crecimiento que hubo en inversión el último año, según la MMA. Junto con la geolocalización y la segmentación horaria, el móvil empieza a verse seriamente como uno de los grandes medios publicitarios del futuro. El Festival de Cannes ya ha abierto una nueva categoría para móviles, en su tendencia a no dejar escapar ni una. Claro que todo va tan rápido que las tabletas pueden convertirse en seria competencia a los smartphones, si no lo son ya en algunos casos, con formatos intermedios que pueden llevarse en un bolso sin problemas. En cualquier caso, un panorama realmente interesante que hay que seguir al detalle para no perderse, y un gran campo de oportunidades para la comunicación.
Comercio electrónico en directo. Entre las nuevas aplicaciones que nos están llegando destaca el poder hacer compras con el móvil, un nuevo impulso al comercio electrónico realmente peculiar. Paypal ha presentado su Fashion Window, que permite ver el catálogo de una tienda con el móvil y comprar incluso desde el escaparate aunque esté cerrada físicamente. Y eso que todavía no ha llegado a España la llamativa aplicación de Amazon con la que se puede hacer una foto de un artículo y te responde con el precio que tiene en su tienda, e incluso puede comprarse directamente, algo que tiene de los nervios a más de un comercio norteamericano. Lo que se dice meter la competencia en tu propia casa.
Más Champions para Mastercard. La continuidad siempre ha sido una de las claves del éxito del patrocinio, y Mastercard lo tiene muy claro desde 1994, cuando comenzó a ser uno de los sponsors de la Liga de Campeones. Y acaba de firmar por tres temporadas más, hasta 2015, confirmando que, gane el que gane la copa, Mastercard hace caja.
Nichos. Que las tendencias son hoy más variadas y abiertas que nunca es algo que nadie duda. Un paseo por la Japanweek de Madrid es toda una sorpresa, todo un mundo de adolescentes disfrazados y japoneizados con el estilo de sus series favoritas, que a mi lógicamente me suenan a chino. Son nichos de mercado probablemente no tan grandes como para interesar a las marcas de renombre, pero que tienen miles de seguidores. Al igual que los ya consolidados mercados dirigidos a inmigrantes, que más allá de los locutorios y algunos comercios especializados están conquistando espacios cada vez mayores en hipermercados y grandes supermercados. La lección clara es que, pese a la dura situación económica, sigue habiendo espacios para crecer y tener éxito si se buscan y aprovechan oportunidades.
Adiós a tres décadas. McCann Erickson se despide de Opel después de 30 años, y Tapsa lo recibe con brazos abiertos. Cosas multinacionales, que hacen pensar sobre si el negocio publicitario depende realmente de las ideas y el trabajo bien hecho.
Bromas, las mínimas. Suena a risa la polémica provocada por los vídeos de Canal Plus Francia, demostrando una vez más que la mayoría de los españoles tenemos un gran sentido del humor para reírnos de los demás, y ninguno si se ríen de nosotros. O ni siquiera de nosotros, pues las bromas de mejor o peor gusto iban sobre una sentencia con la que se puede estar o no de acuerdo, pero que es firme. Que salgan políticos de todo signo (y hasta ministros) ofendidísimos por las bromas y chistes de unos muñecos como si fuera una ofensa nacional es algo que muestra el mínimo sentido del ridículo que tienen algunos, que quizás hacen una interpretación muy literal de que no hay enemigo pequeño. Aunque sea de látex.