No hace falta citarlos por su nombre, porque en este caso son de sobra conocidos. Y aunque algunos se presentan públicamente como dimisiones, que siempre quedan más finas, se sabe de sobra que más de uno son despidos directos y sin paliativos. Bueno, seguro que las indemnizaciones son bastante paliativas en la mayoría de los casos.
Dimisiones solidarias. La última salida sonada ha sido la de Jesús Muñoz, también notificada a los medios inicialmente como una dimisión, pero rápidamente convertida en comidilla con la carta pública donde se reconoce claramente lo que pasó, gracias a la, esa sí, dimisión solidaria de Luis Bassat. Y que resulta puramente simbólica, como rápidamente se encargaron de divulgar los responsables de WPP, dado que el cargo que tenía Bassat era meramente representativo. Pero, tal como van las cosas, es más que probable que el despido de Muñoz no sea el último de la fila, y se produzcan más en otras grandes compañías. Ya se sabe que cuando los resultados no acompañan, es habitual destituir al entrenador y buscar un revulsivo. Y en tiempos de crisis, que además cobre menos, si se puede.
La agencia del AVE. Tampoco ha tardado mucho Jesús Muñoz en buscar acomodo en la nueva empresa de Casadevall/Quintero, que puede tener una línea directa Barcelona-Sevilla quizás con parada en Madrid. Pocas veces se ha hablado y escrito más de un proyecto publicitario/comunicacional antes de que se empiece a mostrar sus trabajos en el mercado, lo que supone un reconocimiento a la trayectoria de sus socios. Esperemos que esté realmente a la altura.
Todo a un euro. Ya se sabe que cuando no hay dinero, las promociones encuentran su mejor oportunidad de demostrar que pueden incrementar las ventas. El todo a un euro de McDonalds es un ejemplo clarificador, y no el único, como la extensión de las rebajas en Carrefour y otras cadenas de distribución. Otra estrategia compartida por varios grandes anunciantes es tratar de aportar unas gotas de optimismo, como las campañas de Coca-Cola o la primaveral de El Corte Inglés. Que curiosamente, hacen dos agencias, una parte Zapping M&C Saatchi y otra Sra. Rushmore. Quizás también empiecen a ponerse de moda las UTES creativas, como la de SCPF y McCann para Endesa, aunque en este caso creo que fueron campañas totalmente independientes.
Los Tuenti de Coca-Cola. Hablando del refresco, además de la excelente campaña de McCann protagonizada por Joseph Mascaró, la chispa de la vida apuesta fuerte por la red social Tuenti para llegar al público más joven. Y anuncia que recuperará una de las marcas que algunos recordamos todavía de la niñez, Schuss. Una vez más demuestra que su actitud ante la actual situación es no quedarse parado y seguir innovando para presentar nuevas propuestas y productos al consumidor. Seguramente, no todas funcionarán, desde luego, pero si algo ha hecho que la marca esté donde está es, sin duda, esta actitud permanente innovadora.
Cincuenta años de DYC. Otra marca histórica, en este caso española. Y sé que está mal la autocita, pero no muchas marcas de nuestro país cumplen 50 años en pleno éxito y expansión. Y whisky DYC lo celebra entre otras cosas con la recuperación de su historia y su publicidad en un libro en el que, a través de múltiples testimonios de sus protagonistas, he intentado recoger lo más importante de estas cinco décadas. Mi mayor sorpresa al escribirlo ha sido la innovación de su publicidad, comenzando por el lanzamiento con una campaña teaser, siguiendo por dirigir el producto a hombres y mujeres por igual en esos años 60 en los que en su sector predominaba la publicidad machista, y, más tarde, con la apelación a la autoestima del consumidor con mucho humor en la ya clásica Gente sin complejos. Hoy día, su reto es que el consumidor español valore y reconozca su calidad, por encima de que su precio siga siendo bastante más barato que el de sus competidores de importación. Al tiempo que ha iniciado la expansión internacional en países como la India. Esperemos que siga muchos años más con tan excelente salud.