La confianza en los CEO de las empresas se ha desplomado en todos los países donde la agencia Edelman lleva a cabo su encuesta Barómetro de Confianza , situándose en los niveles más bajos de la historia del estudio. La caída media global ha sido de 12 puntos, mientras que en España ha sido de 10 puntos.
En general, los descensos más relevantes de la confianza se han registrado, por orden de importancia, en los medios de comunicación (5 puntos), en las empresas (2 puntos) y en los gobiernos (1 punto). Por el contrario, la confianza en las organizaciones no gubernamentales se mantiene por encima del umbral de confianza.
Estos datos coinciden con una caída generalizada de la confianza en el mundo. De hecho, el Índice de Confianza global de Edelman ha disminuido en 21 de los 28 países analizados, situándose en el 47%. En España, éste índice se redujo en dos puntos, pasando del 46% al 44% por ciento.
En este contexto, el 67% de los encuestados en España considera que el sistema está fallando y el 25% no está seguro de que funcione. La pérdida de fe en el sistema se ha registrado en uno de cada dos países analizados, tratándose de un fenómeno característico de los países con democracias de tipo occidental.
Asimismo, en 2017 se ha agrandado la brecha entre los niveles de confianza según el tipo de público encuestado: la confianza en las instituciones es mayor para el público informado (con ingresos altos, estudios universitarios y bien informados) y menor para la población general.
CÍRCULO VICIOSO
El Barómetro ha puesto de manifiesto que a medida que se deteriora la confianza en las instituciones, con la consiguiente pérdida de fe en el sistema, la sociedad se vuelve más vulnerable a los miedos, creando así un círculo vicioso que puede derivar en cambios de gobierno, políticas de reforma, anulación de acuerdos existentes o mayores exigencias a las empresas y otras instituciones.
En este sentido, los resultados de la encuesta son relevantes: un 82% declaró sentir preocupación por la corrupción, un 66% por la globalización, un 64% por el deterioro de los valores sociales, un 49% por la inmigración y un 52% se mostró preocupado por el ritmo de la innovación tecnológica, al estimar que está evolucionando a una velocidad demasiado rápida.
CAJA DE RESONANCIA
Este ciclo de desconfianza se potencia a través de una caja de resonancia compuesta por un ecosistema de medios de comunicación, cuyo efecto refuerza las creencias personales y cierra la puerta a versiones u opiniones contrarias. Así, un 41% declaró que no escucha normalmente a la gente o instituciones con las que discrepa; y un 51% nunca o casi nunca cambia su posición sobre temas sociales importantes.
Los encuestados muestran más confianza en los medios de comunicación propios (70%) y en los motores de búsqueda (67%) que en los medios tradicionales (66%), medios solo online (40%) o medios sociales (39%). Además, se cree más en la información recogida por motores de búsqueda (59%) que en un editor humano (41%).
En este sentido, la autoridad sigue dispersándose. Una persona como yo (60%) es ahora igual de creíble como fuente de información que un experto técnico (60%) o académico (60%), y mucho más creíble que un CEO (37%) o un representante del gobierno (29%).
CONFIANZA EN LAS EMPRESAS
De las cuatro instituciones analizadas en el Barómetro, las empresas son la segunda que genera más confianza en el mundo, para los que consideran que el sistema falla, para los inseguros y para los que creen que el sistema funciona.
Las empresas se perciben como las únicas capaces de hacer las cosas de forma diferente y propiciar un cambio positivo en la sociedad. De hecho, cuatro de cada cinco encuestados (81%) afirma que una empresa puede llevar a cabo acciones que incrementen sus beneficios, pero que también mejoren las condiciones sociales y económicas de las comunidades en que operan.