Bajo el lema “Concursemos, sí, pero bien”, la iniciativa busca mejorar la relación entre anunciantes y agencias mediante la implementación de tres principios clave: transparencia en la competencia, claridad en el presupuesto y un plazo mínimo adecuado para la preparación de propuestas.
Según la ACT, los concursos responsables deben limitar el número de participantes a un máximo de cuatro agencias para garantizar una competencia justa. Además, se recomienda que los anunciantes comuniquen desde el inicio el presupuesto disponible y el alcance del trabajo, facilitando así la planificación de las agencias. Asimismo, el nuevo marco establece un periodo mínimo de tres semanas para la entrega de propuestas, permitiendo a los equipos desarrollar ideas con mayor profundidad.
“Queremos construir procesos de selección más responsables, donde la creatividad y el respeto sean el punto de partida. Este marco es una herramienta útil para todas las partes: agencias, anunciantes, consultoras y asociaciones sectoriales”, señala Beatriz Arce, miembro del Comité Ejecutivo de la ACT y directora general de Jungle.
Aunque la retribución a las agencias no se considera obligatoria, la ACT subraya que ofrecer un pago por la participación puede fortalecer el compromiso de ambas partes y mejorar la calidad de las propuestas presentadas.