Este 2011 tiene muy malas compañías: difícil entorno macroeconómico, encabezado por el repunte de la inflación y su efecto sobre los tipos de interés, que está impactando negativamente sobre el canal de particulares y compromete las ya de por sí bajas previsiones de ventas. Además, el alarmante incremento del precio de la gasolina asusta también a la demanda.
Esta situación es especialmente delicada para el sector de la automoción, ya que un endurecimiento de las condiciones de financiación limita la concesión de créditos; actualmente, ocho de cada diez compras de vehículos son financiadas.
Y por supuesto, no hay que olvidar las consecuencias que puede tener sobre el mercado la escalada del desempleo, que no deja de aumentar.
Por canales, hay que destacar el buen comportamiento que presentan las ventas a empresas con un crecimiento del 7,6% en lo que llevamos de año, y un total de 67.131 unidades. La demanda de empresas alquiladoras ha registrado un leve descenso del 2,9%, con un total de 47.089 matriculaciones realizadas en el período enero-marzo. Por último, las ventas a particulares descienden un 46,4 % en el período acumulado, con un total de 93.931unidades. Las ventas a empresas alquiladoras y no alquiladoras representan más de la mitad del mercado.