El objetivo perseguido por el equipo de marketing de la compañía ha sido lograr una combinación perfecta entre el referente histórico que supone el antiguo logotipo (el nombre de la marca rodeado por dos óvalos concéntricos y la famosa vaca) y una imagen más acorde al mercado actual.
El nuevo logotipo, que incorpora unos colores más intensos, una tipografía redonda y suavizada y sensación de relieve, ya está presente en la nueva gama de productos que la compañía ha comenzado a comercializar: Clesa Bífidus Activo.