La presentación oficial de los nuevos miembros de honor de la Academia de la Publicidad, Julián Bravo, Juan José Gómez Lagares, Augusto Macías, Robert Rodergas y Josep Sirvent tuvo lugar ayer, 7 de abril, en un acto en el que todos recordaron sus experiencias profesionales ante un reducido grupo de periodistas. A la cita faltó Anna María Pascual. Por la noche, en la Biblioteca de ABC, se les concedieron los galardones que acreditan su destacado puesto en la historia de la publicidad española.
El Jurado de la Academia de la Publicidad eligió a sus nuevos miembros de honor en una sesión plenaria celebrada el pasado día 18 de febrero. Los elegidos esta vez han sido Julián Bravo, muchos años presidente de la agencia más grande del país, JWT, y primer presidente de la Academia de la Publicidad; Juan José Gómez Lagares, director de publicidad de El Corte Inglés hasta su reciente jubilación; Augusto Macías, publicitario que ha trabajado tanto en la agencia como en el medio, especialmente en el medio exterior como director general de Expoluz; Anna Maria Pascual que ocupó diversos puestos al frente de la comunicación comercial de Nestlé en España; Robert Rodergas, creativo y emprendedor al frente desde hace años de su propia agencia y Josep Sirvent, una institución en el mundo de las agencias de medios.
La generación que “tecnificó” la profesión
Durante la rueda de prensa celebrada en el Edificio La Fábrica de Madrid, los nuevos miembros de honor de la Academia de la Publicidad fueron presentado por el presidente de la asociación, Fernando Herrero, que les invitó a revelar cuál creían que había sido su aportación a la profesión.
Robert Rodergas dijo haber aportado ilusión y rigor a la profesión y se mostraba orgulloso de haber pertenecido a la generación que entre finales de los 70 y los 90 había “tecnificado” la profesión.
A su vez, Augusto Macías, que iba para torero, consideró que también le había dedicado mucho cariño a la publicidad, una profesión “tan arriesgada como los toros”. Macías, además, ha sido uno de los principales precursores del asociacionismo publicitario.
Julián Bravo, por su parte, se definió como un trabajador nato que tras estudiar derecho se vio en la disyuntiva de ejercer como vendedor de detergentes o ejecutivo de cuentas.
El periodismo parecía ser el futuro que le esperaba a Juan José Gómez Lagares, hijo de periodistas. Le gustaba redactar pero tras cambiar Sevilla por Barcelona acabó vendiendo libros en Plaza & Janés. De ahí pasaría al departamento de publicidad de Indo y después a El Corte Inglés. “De una mezcla de redactor y vendedor nación un publicista”, bromeó durante la rueda de prensa.
Por último José Sirvent, experto en medios, agradeció públicamente las lecciones de profesionalidad y honestidad que recibió en Gallina Blanca, donde comenzó sus primeros pasos como publicitario. “Las circunstancias entonces eran tan distintas…fue la vida la que nos fue llevando hacia la publicidad”, recordó. Sobre su aportación a la profesión, Sirvent señaló que quizás haya sido la de comenzar a utilizar la investigación como apoyo y base de la planificación de medios.