Los altos precios de la energía, los combustibles y la creciente inflación que afectan tanto a consumidores españoles como a europeos impulsarán la llamada ingeniería presupuestaria, entendida como el equilibrio entre el presupuesto, las demandas del estilo de vida y la calidad percibida.
Según explican desde la firma de investigación de mercados GfK, a medida que aumente la inflación, muchos compradores controlarán de forma más estricta el presupuesto que dedican a llenar la cesta de la compra. Aunque teniendo en cuenta la calidad de los productos que se adquieren, ya que la pandemia de coronavirus ha potenciado el deseo del consumidor de optar por productos frescos, locales, saludables y seguros.
“El equilibrio entre el presupuesto y estilo de vida hará que los consumidores presten más atención que antes a la calidad, a comparar precios y a intentar comprar en las tiendas con las mejores promociones”, detallan.
Pero también, a aquellas marcas que consigan reflejar los valores y estilo de vida del consumidor. Lo que representa, indican, una oportunidad para aquellas marcas de distribuidor que ofrezcan un valor añadido o las enseñas de fabricante que cuenten con una propuesta de valor clara.
Concienciación social y medioambiental
Desde la firma de investigación recuerdan que el hábito de elegir marcas con valores se ha visto impulsado por la crisis sanitaria, debido a una mayor concienciación social y medioambiental por parte de los consumidores.
Según datos de GfK, en 2021 casi uno de cada tres europeos modificó significativamente su comportamiento de compra con fines medioambientales y sociales. En concreto, un 37% optó por productos locales, mismo porcentaje que los que eligieron marcas preocupadas por el bienestar animal, y un 30% adquirió rúbricas responsables con el medio ambiente.
Tendencias que se prevé continúen al alza este año y que resultan una oportunidad para las empresas de incrementar sus ventas. Sirva de ejemplo la variación de ingresos experimentada en Alemania entre las distintas tipologías de rúbricas, más altas en las marcas con propósito como estilo de vida (+23%) y sostenibles (+19%).
Mayor preocupación por la salud física
El equilibrio no solo estará presente en el presupuesto de los compradores. También en los alimentos y bebidas que consumen. Si en 2021, un 50% de consumidores señaló haber prestado especial atención a su salud física y un 49%, a su salud mental, para este año se espera más personas enfocadas a mejorar su físico y bienestar emocional.
Un 47% asegura que en los próximos 12 meses prestará especial atención a su salud física, un 37% moderará el consumo de comida basura o bebidas y un 35% a su salud mental y felicidad. Un 34% pondrá el foco en el etiquetado e ingredientes de los artículos que compre.