La integración de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en la estrategia empresarial supone una ventaja competitiva para las compañías, que ven cómo su reputación, capacidad de recibir financiación y resultados crecen.
Sirven de muestra que un 85% de inversores considera estos factores importantes a la hora de decir dónde invertir, según datos de CFA Institute, o que un 83% de los CEO esperen que su apuesta por la sostenibilidad mejore sus resultados comerciales en los próximos cinco años, de acuerdo con las cifras manejadas por IBM.
Sin embargo, en nuestro país todavía son pocas las compañías que han dado pasos en esta dirección. Según datos del informe ‘La gestión financiera en las empresas españolas: previsiones, gastos y tendencias’ de Payhawk, un 48% de firmas españolas no ha implementado ninguna iniciativa para responder a los criterios ESG en su organización. Y solo un 28% ya las tienen en marcha.
El informe también señala la existencia de un margen de mejora en lo que respecta a la difusión de estos factores, ya que el 18% de los encuestados sigue sin saber en qué consisten, lo que dificulta todavía más su aplicación.
Un 89% de ejecutivos encuestados subraya, además, que los departamentos financieros pueden ayudar a impulsar estos criterios, al proporcionar una perspectiva única y valiosa sobre los desafíos empresariales a los que se enfrenta la organización. De hecho, su no contribución a la estrategia empresarial es considerado un riesgo importante por el 83%.
Para que estos profesionales puedan convertirse en un activo importante para la estrategia ESG de su empresa, desde Payhawk informan la necesidad de liberarlos de las gestiones operativas – un 38% de encuestados afirma que en su organización solo están automatizadas pocas o incluso ninguna de estas tareas- y apostar por una colaboración interdepartamental que construya una visión global del negocio – un 36% responde que sus departamentos financieros están algo o muy aislados del resto-.