Pero para los que somos padre de familia, hasta que no empieza el colegio, no empieza la normalidad. Bienvenida bendita normalidad.
Pero con este artículo no pretendo reflexionar sobre el inicio del periodo escolar. Ir a la escuela no solo debe entenderse como la presencia física en un determinado lugar. La escuela es también una actitud por aprender, por evolucionar, por invertir en adquirir conocimiento. Y ahí sí que creo que debemos pensar en modificar nuestros preciosos objetivos de inicio de curso. Que además de ir al gimnasio, dejar de fumar, comprar la octava colección de soldaditos de plomo o de volver a estudiar inglés, debemos añadir en nuestra pauta de trabajo un espacio para aprender, para crecer, para intentar estar preparado ante de la velocidad del cambio. No es tanto un lugar, sino una actitud.
Septiembre siempre es un buen mes para reflexionar. Pero este año, además, coincide con que he recibido demasiadas llamadas de buenos amigos y colegas que se encuentran de lunes al sol. Gente del sector, gente por encima de los 40. Compañeros, colegas, competidores, ex clientes que llevan trabajando en el sector más de 15 años. Profesionales que se han visto de repente fuera, pero que sobre todo el nuevo mercado les pide nuevos conocimientos. ¡Cuánto talento por aprovechar! Y cuánto talento se necesita en el mundo digital.
La digitalización y la interactividad llegaron hace mucho tiempo, pero es bien cierto que hasta la fecha no ha sido importante, indispensable, pero me parece incomprensible que hoy el sector publicitario esté aún falto de ese conocimiento. Y los que tenemos el privilegio de llevar muchos años en la guerra digital, también nos damos cuenta de que esto es un tren en marcha y que esa actitud de aprendizaje es constante. Ese conocimiento en muchas ocasiones nos llega de lugares donde nunca antes bebíamos. Vienen desde abajo, desde los empleados más jóvenes, desde los consumidores, desde la sociedad, que nos enseña día tras día cómo van variando sus hábitos de comportamiento y consumo de los medios y los mensajes.
PLAN RENOVE. Y el mercado publicitario estoy convencido de que necesita un plan renove de conocimiento. Y también creo que necesita un plan renove de actitud. Nunca como ahora serán tan bien recibidas las iniciativas para transmitir conocimiento. O para escribir nuevos manuales. Y cuando estos compañeros me preguntan cómo adquirir ese conocimiento, realmente no son muchas las soluciones que ofrece el mercado.
Ante esta necesidad, un grupo de profesionales del medio hemos puesto en marcha una iniciativa que ha tenido gran éxito, el MIB (Master Internet Business). No quedan apenas plazas. Hemos superado claramente las expectativas, por tanto, no pretendo hacer publicidad. Pero sí que supone un buen ejemplo
También el IAB ha puesto en marcha la IAB University, o el ICEMD pone cada día más empeño. Cada día aparecerán más. Pero necesitamos más iniciativas. Serias, rigurosas, profesionales, flexibles.
Pero sobretodo debemos darnos cuenta de que la velocidad del cambio es cada vez mayor. Y que la clave está en la actitud, en la predisposición, en tener los poros abiertos, en pensar y buscar nuevas alternativas para ofrecer nuevas soluciones.
Y los manuales y las prácticas empleadas hasta la fecha no siempre nos darán la solución. Todo es más complejo, más cambiante.
Los gastos en educación suponen alrededor del 6% del PIB. Y estoy absolutamente convencido de que nuestra industria no cumple ni de lejos su parte proporcional
Además de aprender, de curiosear, también podríamos investigar, invertir en nuestro I+D particular. Ya sabemos que en España el gasto en I+D no supera el 1,2% del PIB y eso significa que destinamos menos de la mitad que nuestros vecinos europeos. Y en nuestro sector, ¿cuánto invertimos? ¿Qué parte de nuestro tiempo y de nuestros recursos se destinan a investigar, a buscar nuevos caminos?
Es tiempo de volver a la escuela, o al menos es tiempo de recuperar el espíritu de querer aprender para estar mejor preparados para el futuro
(*) Marcel.lí Zuazua es consejero delegado
de Herraiz Soto & Co.