Crear una marca nunca ha sido cosa fácil, ya que requiere de esfuerzo y tiempo para establecerse y poder salir adelante con éxito. Es por eso que lo mejor es usar herramientas de marketing que nos ayudarán a publicitar nuestra empresa.
Actualmente existen diversas formas de publicidad, pero puede que no sepamos cuál escoger según nuestra necesidad. Entre las más destacadas está el display publicitario, gracias a la versatilidad y efectividad que aporta. Este, también llamado expositor, es un tipo de exhibidor para mostrar elementos y vender un producto.
Y, aunque no nos demos cuenta, comúnmente nos encontramos con ellos en las calles en sus distintas formas, tamaños y materiales según su finalidad.
¿Cómo se ven los displays publicitarios?
En palabras simples, el display publicitario se utiliza para transmitir un mensaje o promocionar productos y servicios de una manera atractiva y poco intrusiva. De acuerdo al uso que se le dé, pueden ser didácticos, para provocar una interacción con el público o estar hechos de diversos materiales.
Además, pueden adaptarse a casi cualquier ambiente y espacio, por lo que no será difícil incluirlo en una estrategia de ventas.
Entre los diferentes modelos de expositores que podemos encontrar están: los pendones, ideales para campañas grandes y cortas; banderolas, diseñadas para exteriores; caballetes, que se pliegan y se guardan; tótems, que ocupan poco espacio y soportan flyers; dispensadores, carpas, vitrinas y más.
¿Cuáles son las ventajas de los displays publicitarios?
Los displays, además de ser una de las estrategias de marketing más usadas, ofrecen grandes ventajas, como que son fáciles de crear y personalizar, solo debemos escoger un mensaje específico y seleccionar un soporte adecuado al sitio donde se va a situar.
También son versátiles, pues ocupan poco espacio y nos permiten jugar con la creatividad, lo que a su vez define la imagen de la marca, porque podremos usar el logotipo, tamaño y la paleta de colores que queramos.
Y, si eso fuera poco, contribuye en el posicionamiento de los productos o servicios, sobre todo los de temporada, para que logren venderse con más facilidad; es decir, incrementa el éxito de las ventas con solo colocarlo estratégicamente.