La consultora Bain & Company estima que la industria del lujo volverá a crecer este año entre un 6% y un 7%. El lujo desafía a la coyuntura económica y social manteniéndose fuerte y provocador no solo en los mercados emergentes. También en Europa, exceptuando dos mercados incógnita: España e Italia.
El estudio apunta, además, que continuarán las tendencias fundamentales del mercado que han posibilitado el fuerte crecimiento del sector del lujo tras la recesión de 2008-2009: el crecimiento de las ventas online, la expansión de estos bienes en China, y el desplazamiento del protagonismo de las ventas al por mayor a favor de la venta minorista. Pero hay un nuevo factor muy importante: el lujo se ha convertido en un mercado verdaderamente global.
A lo largo de este año, el crecimiento de este mercado entre un 2% y un 4% en Europa, entre un 5% y un 7% en América y hasta un 2% en Japón va a generar las ventas más altas en términos de cifras absolutas. Así mismo, el acelerón de entre un 18% y un 20% en China coincide también con la recuperación en India y Rusia y de la incorporación de unos nuevos mercados donde el consumo del lujo se está consolidando: Azerbaiyan, Brasil, Indonesia, Kazajastán, Malasia, México, Sudáfrica, Turquía y Vietnam.
Tendencias
Según el informe de Bain & Company, el crecimiento del mercado del lujo se está inclinando a las gamas más exclusivas, que superan las ofertas de marcas y productos más accesibles.
Así mismo, y de cara a los próximos tres o cinco años, la consultora apunta las siguientes tendencias:
· Los consumidores chinos, incluyendo sus gastos como turistas, representan en la actualidad más de un 20% de las ventas mundiales de productos de lujo. Los consumidores asiáticos, en general, (China, Japón, Corea y Sudeste Asiático) representan más del 50% del total.
· El 30% de las ventas globales de artículos se dan en mercados emergentes.
· La edad media de los consumidores de lujo en Asia está disminuyendo constantemente, mientras que en Japón, Europa y Estados Unidos está aumentando. Está naciendo, por tanto, una nueva generación de consumidores de lujo con gustos y preferencias muy diferentes a las conocidas hasta ahora.
· Las mujeres cada vez hacen más compras tradicionalmente masculinas ( ropa de negocios, relojes de lujo), ya que cada vez son más independientes en sus gastos. Los hombres, por el contrario, buscan marcas relacionadas con moda y belleza.
· El lujo se ha introducido en las ocasiones informales, circunstancia que lleva a las grandes marcas a desarrollar otro tipo de productos (casual chic).
· Las marcas premium y de moda de rápido consumo están obligando a las marcas de lujo a replantear su propuesta de valor al comenzar a competir directamente con las gamas bajas de los productos de lujo.
· La convergencia de tiendas tradicionales, comercio electrónico, redes sociales y m-commerce está creando una experiencia “omnicanal” para los consumidores de productos de lujo.
