Felices serán los accionistas, que se sentirán aliviados de reducir un coste estratosférico al ahorrarse millones de bolsas que ponen a disposición de sus clientes; al tiempo que son más y más felices al ver como aumentan sus beneficios por los ingresos derivados por la venta de un nuevo producto que hasta ahora lo regalaban (bolsas ecológicas súper biodegradables y carritos de todos los gustos y colores); y por último, los clientes nos convertiremos en clientes mega felices ya que dejaremos de tener en nuestras manos las contaminantes bolsas y ya no tendremos que esperar 400 años para ver como desaparecen.
La forma de contarlo y llevarlo a las mentes de todos ha cumplido los principales requisitos básicos que, en mi opinión, una campaña debe cumplir en estos tiempos que corren, que son: tener una expresión muy popular, ser impactantes, notorios y muy económicos en su producción.
Si hablamos de www.echaleunamanoalmedioambiente.com se trata de una URL muy fácil de recordar, directa y sencilla (cualquiera en la calle la recuerda), y además termina en puntocom, que es lo que tiene que ser, donde todos buscamos primero en Internet. Un descuido que merece un tirón de orejas es ver como han dejado libre www.bolsacaca.com sin que le saquen partido al palabro que ellos mismos han puesto de moda.
ING
El banco naranja nos propone conceptos similares pero distintos como: piragüa/canoa; churra/merina; cuello barco/palabra de honor, pasodoble/chotis… para que, de una forma muy simpática y didáctica, demostrarnos que en el lío de las condiciones y letra pequeña que nos imponen los bancos, es bueno saber que no todos son iguales por mucho que se parezcan.
Todo esto coincide con un informe de Bruselas en la que ponen a caer de un burro a las entidades bancarias de nuestro país por abusos en las comisiones, opacidad y costes elevados.
Eovidrio
Vamos a ver: un vaso no es una botella, eso ya lo sabíamos, pero ¿uno es vidrio y el otro es cristal? ¿Cuál es cual? Se pide una respuesta rápida, sin consultar Google, y lo mejor viene cuando se pregunta: ¿dónde se deposita una u otra? Empieza a ser complicado esto de contribuir a conservar el medioambiente. Uno empezó contribuyendo dejando en un cenicero (ya en desuso) las pilas agotadas para cuando pasemos por un punto donde se puedan depositar; luego dejamos en un cajón los móviles que otro tiempo eran objetos de diseño y vanguardia tecnológica y que en meses después pasan a ser zapatófonos; las botellas se colocan aparte para que una vez a la semana las depositemos en un punto para el vidrio, ídem con los cartones, ahora nos piden que las bombillas se pongan aparte (buscaremos el platito típico que traen las abuelas como recuerdo de haber estado en Teruel, por poner un ejemplo) y allí dejaremos las bombillas… Y esto sigue y sigue, y cada vez más nos veremos en casa rodeados de pequeños oasis del reciclaje que conviven con nosotros cada vez más tiempo, y que incluso pasan a formar parte del mobiliario y decoración de nuestros hogares.
El sitio www.ecovidrio.es podemos ver lo que, en mi opinión no se debe hacer, ya que nos presentan una aplicación inexistente a Internet de la campaña en TV. Nos encontramos con una web de entrada que peca de ser muy institucional, tono serio, distante y algo aburrida, diría yo. No despierta ninguna curiosidad. No invita al clic. No se reconoce el tono de la campaña, y, una vez más, parece como si dos agencia distintas, en dos contextos distintos y sin ninguna conexión, interpretan un mismo briefing.
Sacyr
Tenemos que reconocer que ya no nos esperábamos una campaña de una empresa que se dedique a la construcción para transmitir lo bien que les va y lo grandes que son, y es que con lo que hemos visto a estas alturas, muy buenos tienen que ser los mensajes que nos envíen para que nos fiemos de otra más que nos prometa que va a sobrevivir a los naufragios de las constructoras. Grupo Sacyr apuesta por un guión clásico, en un tono serio y muy institucional para contar apoyándose en ejemplos como la ampliación del Canal de Panamá, la Torre Sacyr y el nuevo tramo del AVE en Barcelona, que son solventes y que van a sobrevivir.
Esperemos que no pase como le ha pasado a otras que dejan edificios a medio construir en pleno Paseo de la Castellana hasta ver qué pasa con los miles de millones de deuda que tiene.