La marca permanece claramente reconocible para los consumidores, gracias a la utilización de los azules turquesa y oscuro como elementos fuertes de la personalidad corporativa de Aquarius.
Así mismo, el nuevo diseño de la bebida se ha centrado en los elementos que, además de los colores, han formado parte de marca desde sus inicios: la letra A, las gotas y la diagonalidad.
El rediseño tipográfico ha revitalizado su identidad, con un efecto volumétrico del naming y el refuerzo de la inconicidad de la letra A, en mayor tamaño que el resto, en diferente color y con efecto degradé.
En cuanto a los elementos diferenciadores de la gama, mientras la versión regular mantiene en todo momento los aros olímpicos como parte de sus orígenes y razón de ser, en la versión Aquarius libre se han potenciado los códigos color y el atributo “sin azúcares”.