En el caso de la firma de la manzana mordida, tal y como recogen en Expoknews, la compañía fue acusada de greenwashing por un vídeo emitido durante la presentación del iPhone 15. Protagonizado por la actriz estadounidense Octavia Spencer interpretando a la Madre Naturaleza, la compañía mostraba los avances realizados por la misma en materia de sostenibilidad, anunciando además que para 2024 todos los productos de Apple serían neutrales en carbono.
No obstante, las críticas compartidas en redes sociales expusieron la obsolescencia programada de los artículos de la firma de la manzana mordida, y los problemas laborales y de derechos humanos que afronta la marca en su cadena de suministro.
Nike, por su parte, ha afrontado este año una demanda por greenwashing respecto a su colección sostenible, donde se acusa a la compañía de que menos de un 10% de los artículos de dicha colección están fabricados con materiales reciclados respetuosos con el medio ambiente. En concreto, de los 2.452 productos que forman la colección sostenible de Nike, solo 239 productos se han fabricado con materiales reciclados y sostenibles.
La demanda también apunta a las comunicaciones publicitarias en relación a estos productos emitidos por la compañía, que según el documento, incumplen varias de las directrices que indica la Comisión Federal de Comercio (FTC) en sus Guías Verdes – este documento establece qué puede considerarse publicidad engañosa en sostenibilidad-. Aunque estas líneas no son de cumplimiento obligatorio.
Por otro lado, este año la Autoridad de Normas Publicitarias (ASA) de Reino Unido ha sancionado a Lufthansa por su campaña publicitaria ‘Connecting the world. Protecting its future’ (Conectando el mundo. Protegiendo su futuro, en español) por haber lanzado afirmaciones engañosas sobre los esfuerzos de la aerolínea en proteger el planeta.
De acuerdo con la ASA, no existen tecnologías comercialmente viables en la industria de la aviación que respalden la afirmación de Lufthansa, y añadió que las marcas en sectores con altas emisiones de carbono no deberían hacer afirmaciones que den a los consumidores una impresión falsa sobre planes que no pueden respaldar.
Otra empresa de sectores altamente contaminantes, Petronas, fue acusada de greenwashing por la propia ASA. La institución prohibió en concreto los anuncios en los que se destacaban inversiones en energías renovables sin abordar el impacto climático total. De manera específica se argumentó que la compañía no mencionaba en sus comunicaciones comerciales sus emisiones de carbono y se cuestionó la precisión de las emisiones que se reportaban.
En esta línea se presentan también las demandas contra las comunicaciones de TotalEnergies y Shell – la primera por su campaña de rebranding Reinvención y la segunda por haber informado de manera engañosa el capital destinado a su división de energías renovables en 2021-.