“En este tiempo de hipercomunicación, nada es unilateral. Y constituye un grave error creer que el marketing y la comunicación comercial son una excepción a esta reglar”. De esta manera resumen Julio Wallovits y Pau Virgili la tesis de su libro en la que abogan por las marcas que han sabido sobreponerse al cambio de papeles que las nuevas tecnologías han provocado en su relación con los clientes.
Un cambio que también ha pillado a muchas agencias y expertos en comunicación con el paso cambiado.
“La mayoría de los publicitarios –señalan- han hecho piña con las marcas a la hora de negar el nuevo paradigma. Algunos porque no han entendido el cambio o no lo han querido entender; todos porque tenían un modelo de negocio que proteger. Pero estamos comprobando ahora que ha sido un movimiento suicida. O peor aún: no ha sido ningún movimiento. Las agencias de publicidad son vistas ahora por los anunciantes que quieren plantarle cara al futuro como los músicos del Titanic, que seguían tocando música cuando la cubierta del barco estaba ya a 45 grados. Pero sería injusto culparlas solo a ellas; es un mal que se alimenta del miedo conjunto”.
Empezar a abandonar el lenguaje corporativo para hablarle a la gente es uno de los muchos consejos que los autores del libro dan a los anunciantes. “Los consumidores están pensando en estos términos y si ellos lo están haciendo, todos los profesionales que trabajamos en marketing o en comunicación deberíamos hacerlo también”.
IPMARK publicará una extensa entrevista con Julio Wallovits y Pau Virgili en su número 761.