Algoritmos perversos

1 – Toyota nos muestra un ejercicio complicado donde, aunque se ve la intención, hay un exceso de elementos y

1 – Toyota nos muestra un ejercicio complicado donde, aunque se ve la intención, hay un exceso de elementos y de mensajes que hace que lo de menos sea el coche, y no creo que esa haya sido la idea.

Por un lado una típica máquina de bolas donde al meter una moneda se activa un mundo de fantasía: se apagan las luces de la ciudad, vuelan unos puntos luminiscentes mágicos que recrean un jardín y, con la luna al fondo, aparece Raphael con su peinado perfecto, que nos ama con la fuerza de los mares y todo eso… Por si fuera poco, al mostrar el precio del coche, nos piden que paguemos algo más para que consigamos un equipamiento extra; y digo yo, ¿no sería mejor decir que nos dan más por cero euros? Con la que está cayendo, lo que menos queremos que nos pidan es un euro más para nada.

Lo mejor viene cuando en Google ponemos su fórmula mágica +x1€ (que a mí me sigue pareciendo que, formulado así, es una paja mental de alguien) y el capricho algorítmico del buscador nos lleva hasta un flamante BMW X1. ¿Te gusta conducir… por el carril contrario? Pues lo mismo.

2 – Siemens empieza por SI. En mi opinión es un bonito e inteligente juego de palabras, donde podemos ver como, cada vez más, las estrategias de los clientes y planificadores de agencias van al ahorro, a pagar menos; y se
preocupan por la conservación del medio ambiente, construyendo sobre estos pilares su estrategia de comunicación para sus marcas. En esta caso Siemens nos lleva, con un divertido juego entre el sí y el no, a plantarle cara a las eléctricas y a la subida de las tarifas, regalando a aquellos que compren un aparato de su marca el consumo eléctrico estimado de un año. 

3 – Carrefour sigue apostando por lo ecológico, sano, equilibrado y medioambientalmente correcto con su campaña, que nos ofrece un surtido quizá excesivo de creatividades, con mensajes variados y difíciles de retener: los folletos para los canarios de Rosa, un macho ibérico de pelo en pecho con su carrito de la compra con flores, el huerto albino de Nieves, Juan Carlos y sus mil dedos de frente y sus yogures ecológicos, Celia y su tarta para celiacos, las hermanas Jiménez y los mejores quesos… ufffffff.

4 – Y qué se puede decir del casting de Línea Directa. Reconozco que personalmente tienen un código y estilo que no me llega y con el que ni me veo ni me quiero ver identificado. En fin, que tengo claro que no es para mí. Serán manías, pero ni me parece gracioso ni creo que ayude a fijar ningún mensaje o valor que se recuerde tres spots después. Hagan la prueba y pregunten a su pareja de sillón que ha entendido después de ver el spot. Puede que lo único que recuerde sea… un teléfono rojo con ruedas. Un gran hallazgo lo del teléfono con ruedas de hace años, pero ahí se han quedado. En radio, la campaña va por otros derroteros que nada tienen que ver con la idea del casting, y hablan de bolis en la guantera que no escriben, según no sé qué estudio de no sé qué universidad.