A través de un personaje creado para servir de guía en una tienda, el Cálico Electrónico, un antihéroe gamberro, sencillo, irónico, que se nutre de guiones hilarantes, con un sentido del humor transgresor, fresco, plagado de referencias, situaciones y personajes cercanos, consiguieron una sorprendente difusión de cinco millones de visitas en un mes, utilizando únicamente el canal Internet, sin inversión publicitaria desde sus inicios y utilizando el marketing viral y el buzzmarketing para difundir sus productos en la Red de forma gratuita.
Hoy, Cálico Electrónico es una serie cómica de animación en Flash distribuida gratuitamente a través del www.calicoelectronico.com, con 200.000 usuarios registrados (entre los que se cuentan personajes famosos que han sido parodiados en la serie) y 70 millones de seguidores. Varias corporaciones multinacionales como la factoría Disney y otras productoras de cine están interesadas en llevar a la gran pantalla el personaje de Nikodemo (www.nikodemo.com). Y las piezas derivadas de las cápsulas (denominación de los capítulos que semanalmente actualizan la web) constituyen una línea de creciente negocio para la compañía que ya tiene 30 productos licenciados. Renombradas marcas como Vodafone están utilizando el personaje para la presentación y promoción de sus productos.
Cálico Electrónico tiene una fama sin precedentes en la animación Flash española, y colecciona galardones de todo tipo por su carácter innovador y gran difusión. El fabricante del software, la californiana Adobe Systems, sorprendida por el éxito de la animación Cálico bajo su plataforma, ha convertido en business case el ejemplo de la aplicación desarrollada por Nikodemo, y que abre nuevos caminos de negocio para su software.
Albert García Pujadas, de 40 años, socio responsable de marketing y comercialización, es el autor del despegue empresarial de Nikodemo. “Aunque los procesos de expansión generan negocio en sí mismos, la función primordial es provocar tráfico hacia la web”, asegura. Las vías de financiación propuestas por Albert García Pujadas se basan en la explotación del personaje para publicidad de marca, así como las descargas de gadgets y derechos de utilización de la imagen Cálico para distintos productos.
J. Tomás González