Adiós

Para mí no ha sido difícil reconocer llegado el momento de retirarse de la mesa de juego de la profesión

Para mí no ha sido difícil reconocer llegado el momento de retirarse de la mesa de juego de la profesión con las ganancias: la combinación de experiencias sobre el conocimiento en términos de cultura y ética, analizar el comportamiento del ser humano, saber afrontar situaciones críticas –a más de una la puedo calificar sin sonrojo de aventura indianajones– y haber conocido, aprendiendo de su trabajo, a un maravilloso plantel de profesionales.

Hoy se habla un lenguaje de doble moral y ética –¿una nueva especie de cultura?, y no me refiero a la tecnología digital cuyo dominio es mera cuestión de voluntad para su práctica y ganas de aprender una serie de rutinas de programación– que se ha impuesto en una sociedad sumergida en profunda crisis económica, como justificación de la rendición de valores y contenidos que la publicidad fomenta en la actualidad, quiero suponer de manera mecánica e inconsciente, al reflejar en los medios de comunicación idealizada como espejo la actitud de los públicos diana a alcanzar; magnificada su repercusión por la facilidad de acceso al consumo de información anuladora de la capacidad del individuo para el análisis y el esfuerzo por construir una opinión propia.

Me retiro con júbilo y orgulloso de haber sido creativo publicitario.

Gracias a todos.